Todo fue un poco sorprendente ayer en Silverstone, donde hoy (13.25 horas, Tele 5) se disputará el Gran Premio de Inglaterra de F-1. No sólo se rompieron cuatro motores (los Minardi de Gianmaria Bruni y Zsolt Baumgartner, el Sauber de Giancarlo Fisichella y el Renault de Fernando Alonso), sino que los equipos hicieron trampas en el entrenamiento previo a la definitiva vuelta de calificación al intuir --al final el pronóstico no se cumplió y toda la sesión se hizo en seco-- que llovería al final de la crono final y se clasificaron últimos para poder salir primeros.

La pole fue para el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes, 1.18.233 minutos), que formará pareja en primera línea con el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari, 1.18.305). Alonso, penalizado con 10 puestos por cambiar el motor de su R24, logró el sexto mejor tiempo (1.18.811) y partirá desde la octava fila de la parrilla, algo detrás del BMW-Williams de Marc Gené (1.20.335), que acabó el 12º.

LA SONRISA DE DENNIS El tiempazo de Raikkonen, que le arrebató la pole en el último instante a Rubinho , feliz de haber apartado hasta la segunda línea a su jefe, Michael Schumacher, provocó, por fin, la sonrisa de Ron Dennis, el altivo jefe de McLaren-Mercedes, que por fin intuye el final del túnel de la enorme desilusión que arrastran desde inicios de temorada. "Una cosa son los ensayos y otra las carreras, así que no canteremos victoria hasta que acabe el gran premio y recibamos nuestra recompensa", contó el máximo responsable de McLaren.

Alonso, que se sintió muy satisfecho con su sexto mejor tiempo "pues llevaba el motor de reserva", aseguró que le tocará, de nuevo, protagonizar otra remontada importante. "Esta vez no será cosa sólo de la salida, pues en Silverstone no hay frenada al final de recta, así que no podremos ser demasiados valientes". Otro problema es que, por fin, delante suyo encontrará a los auténticos protagonistas de la temporada, o a los que se intuía que iban a ser los mejores: los Ferrari, los McLaren, los Williams y los BAR-Honda. "Suerte que en Inglaterra hay sitio para adelantar. Tras la penalización de 10 puestos en la parrilla por cambiar el motor tendré que hacer 60 vueltas de calificación para soñar con el podio o rozarlo".

EL ENFADO DE GENE ¿Y Gené? Gené estaba ayer muy enfadado. "Mi coche era inconducible, no sé si por la puesta a punto o porque en mi vuelta ha soplado el viento de forma agresiva. Lo ignoro, pero lo cierto es que he tenido que rectificar en tres curvas y por poco me salgo", señaló el piloto, que saldrá muy atrás en la parrilla.