Tampoco es que sea un logogrifo, pero la lesión de James Igbekeme dará para más de una conjetura esta semana. Imanol Idiakez se ha encontrado de nuevo con el núcleo menguado por las bajas, con la obligación de recomponer el centro del campo, donde tendrá que buscar soluciones de posición o contenido. Tres alternativas aparecen al primer vistazo: adelantar de nuevo a Verdasca como sucedió durante el verano y las primeras jornadas, mantener a Ros en la base y acompañar a Zapater con otro interior, o cambiar el sistema.

Con solo dos mediocentros naturales aptos para competir desde el primer minuto de juego, el entrenador vasco podría cambiar la figura geométrica más habitual, ese rombo que viene de lejos, para adaptar al equipo a un 4-4-2. Ros y Zapater ocuparían la zona central; Pombo y Diego Aguirre, por ejemplo, se repartirían las bandas, con Marc Gual y Álvaro Vázquez en ataque.

La segunda elección permitiría mantener la figura que ha predominado durante los últimos meses, desaparecida en Oviedo pero recuperada aunque con matices en Almería. El rombo tiene tres vértices claros. Para el cuarto se abre un abanico de posibilidades en el que se incluye a numerosos y variados futbolistas: desde Oliver Buff, que fue el sustituto de Igbekeme en el estadio del Mediterráneo con las consecuencias conocidas, hasta Carlos Nieto, un lateral zurdo bien acostumbrado a desenvolverse en esa zona. Hay más. Por ahí se vio algún rato la pasada campaña a Papu, por ejemplo, aunque es una posición más natural para Pep Biel, que recién llegado del Aragón aún no ha dispuesto de minutos.

No sería de extrañar, no obstante, que Idiakez volviese a apostar por Verdasca para el sector que anticipa a la defensa. El entrenador lo eligió convencido para empezar la Liga tras las pruebas que hizo en verano, lo mantuvo y lo defendió públicamente cada vez que pudo. Pasado el tiempo quiso recordar su esfuerzo y la disposición que tuvo para tapar el agujero que se abrió justo en el centro. Su regreso permitiría a Álex Muñoz recuperar una plaza en el centro de la defensa.

De los centrocampistas puros, solo hay un hombre a pleno rendimiento, Javi Ros. Alberto Zapater juega, pero se diría que está medio sano, renqueante aún de la rotura de fibras que marcó su pretemporada y no le permitió entrar como titular hasta la cuarta jornada en Oviedo. El siguiente en la lista de aptos para jugar es Íñigo Eguaras, que tiene el alta médica pero no ha jugado ni un solo minuto desde la fatídica tarde ante el Numancia. La lesión de pubis le puso todo el verano a la sombra, a la espera de que el tratamiento conservador hiciera efecto. Aún más lejos de volver está Guti, al que se le espera en un par de meses.