España se cree mejor que Rusia. Una circunstancia peligrosa se mire por donde se mire. No es tanto un ramalazo de soberbia como la idea de que la selección española tiene un equipo más trabajado y compacto, pero es un punto de partida arriesgado al fin y al cabo. Después de mucho hablar de que el conjunto ruso es tan respetable como el que más, Raúl lo dejó meridianamente claro. El jefe no quiere que nadie se lleve a engaño y no entendería que alguien titubease a la hora de encarar un partido en el que todos han puesto la ilusión de arrancar con un buen resultado y un juego convincente, que les haga crecer hacia un título que, por historia y trayectoria, sigue viéndose muy lejano.

"Somos mejor selección. Nuestro equipo es muchísimo más sólido después de dos años trabajando la misma gente. Ellos vienen de hacer bastantes cambios y nos tenemos que aprovechar de ello". Raúl ha empezado a tirar del carro antes de que el balón eche a rodar y no tiene otra idea metida en la cabeza que la de superar a Rusia. Todo pinta a favor de España, incluida la alta temperatura que hará en el estadio de El Algarve, por lo que se trata de mantener un ritmo alto de juego para que el rival lo acuse en su físico. Así lo ve el delantero madridista y no le falta razón.

JUGADORES SIN PRESION Iñaki Sáez, con la formación inicial decidida desde hace tiempo, no habla tan claramente de la superioridad de España, pero está convencido de haber dado los pasos adecuados para debutar con un triunfo. "El equipo está a tope. No hay ningún problema. Los jugadores están muy bien, muy tranquilos, contentos y, sobre todo, están sin presión. Están tranquilos para mostrarse como lo que son, grandes favoritos para este partido", dijo ayer el técnico vasco.

Palabras llenas de optimismo de un hombre que, ante el primer gran campeonato de su vida con la selección absoluta, sueña con vivir una experiencia similar a la del Mundial sub-20 de hace cuatro años. En Nigeria, España asombró a todos hasta alcanzar el título después de haberse clasificado con apuros, como ocurrió para esta Eurocopa. Sólo dos de los futbolistas que estuvieron en ese torneo serán titulares hoy --Casillas y Marchena--, pero el seleccionador considera que una victoria incontestable podría obrar el mismo efecto que causó el triunfo sobre Brasil en el Mundial africano.

UN RIVAL IMPREVISIBLE España se siente superior, pero nadie es ajeno tampoco a que en una fase final todas las posibilidades están abiertas. Noruega, otro rival en teoría muy por debajo, ya nos la jugó en la última Eurocopa, aunque luego se acabara progresando hasta los cuartos, donde esparaba Francia para cerrar la puerta definitivamente. Sáez y los jugadores lo tienen presente. Hasta el punto de que el seleccionador no rehuyó hablar de alto riesgo ante un rival imprevisible como es Rusia. "Miedo siempre hay en el primer partido, porque es básico. Puede dar la moral suficiente para ser cada día más positivos y meterse de lleno en el torneo", dijo el técnico.

Y el caso es que los jugadores no parecen estar muy al tanto de cómo es el equipo ruso. Hasta ayer, sólo habían visto parte del partido amistoso que perdieron el 19 de abril ante Noruega en Oslo. Llegaron a tener 3-0 en contra, pero acabaron 3-2. No han ganado en todo lo que va de año y en su último encuentro empataron a cero con Austria en Viena. Georgy Yartsev, su seleccionador, está en pleno proceso de renovación del juego de un equipo del que se hizo cargo a tres partidos para el final de la fase de clasificación. Lograron superar a País de Gales en la repesca, pero no se ha adivinado el despegue. Cualquier resultado que no sea la derrota le parece bueno. Con todo, Rusia nunca aparece como un buen compañero de viaje, ni aunque su técnico tenga que improvisar una pareja de centrales a causa de las bajas de Ignatsevich y Onopko.