Muy seguro, con un discurso convincente, firme, con mucha personalidad y fe en sí mismo. Así se presentó ayer en sociedad Álvaro Fernández, guardameta de 21 años fichado del Mónaco en propiedad por el Huesca y que el año pasado estuvo cedido en el Extremadura en Segunda. «He venido para ser titular, no me importa la competencia, he venido a jugar, entrenaré al más alto nivel para ganarme el puesto», dijo.

El portero explicó cuáles fueron las razones por las que se decantó por la oferta de tres temporadas del conjunto azulgrana. «Creo que es un equipo en el que puedo crecer y formarme y con un entrenador que exige mucho y se adapta a mis características, puedo hacer grandes cosas aquí», aseguró con rotundidad.

Álvaro se mostró ambicioso y trazó diferentes objetivos. «Lo primero en mi club, en el Huesca, es hacer una gran temporada y, lo segundo, y más personal, ir la selección española sub- 21, con la perspectiva de los Juegos Olímpicos de Tokio en el horizonte».

Preguntado por los retos del equipo que dirige Míchel fue claro. «El objetivo es estar arriba pero sabemos que es una categoría muy compleja. Hemos de tener paciencia, ir partido a partido intentando ganar. Es una Liga muy larga y tendremos rachas malas, por eso tenemos que ir con tranquilidad». Y se definió como un guardameta «valiente en el juego aéreo, rápido, ágil y con buen juego de pie. Hablo mucho con mis compañeros e intento ayudar a la defensa. Me adapto bien a la categoría», concluyó.