Los jugadores del Real Zaragoza se mostraron ayer sorprendidos e indignados por la amenaza de bomba que obligó el pasado domingo a desalojar el estadio Santiago Bernabéu durante el partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad. Todos los futbolistas siguieron a través de las distintas emisoras de radio los acontecimientos que se produjeron en el recinto madridista mientras realizaban el viaje de regreso en autocar desde Pamplona y ayer estuvieron muy atentos a la televisión para observar las imágenes de la evacuación. "A mí me dan mucho miedo estas cosas. En mi país hay muchos problemas, pero no terrorismo. La gente que hace estas cosas son unos cobardes. Es una pena que se utilice el deporte para actos de este tipo", afirmó Alvaro Maior.

El guipuzcoano Agustín Aranzabal, exjugador de la Real Sociedad, sintió muy de cerca lo sucedido en el Bernabéu, ya que allí estaban los que eran sus compañeros hasta hace un año. "Me da mucha tristeza lo sucedido, porque me parece fatal que se mezcle la política y el deporte. No tienen nada que ver y lo paga gente que va a ver tranquilamente un partido", aseguró el lateral izquierdo vasco, que tenía previsto llamar ayer por la tarde a Aitor López Rekarte. "Imagino que todo el mundo se llevaría un susto grande, pero lo mejor es que se quedó sólo en eso", dijo Aranzabal.

FALSA ALARMA David Villa reconoció que lo único positivo era que al final había sido una falsa alarma y que por ese motivo todo se había podido solucionar sin ningún incidente. "Es triste que pasen estas cosas, pero, por suerte, no sucedió nada y podemos estar hasta contentos. La gente, de todos modos, lo tuvo que pasar mal", explicó el delantero zaragocista. Para Villa, "lo importante es que no vuelvan a repetirse hechos de este tipo. Esto no es bueno ni para el deporte ni para nadie. Es una pena que no podamos vivir tranquilos".

La amenaza de bomba del Santiago Bernabéu fue todavía ayer uno de los temas más comentados en el vestuario del Zaragoza. "Durante un tiempo nos tuvo en vilo a todos, porque, aunque sea difícil, te pones en el papel de los futbolistas y de la gente que estaba allí y te sientes aterrorizado", afirmó José María Movilla. El centrocampista madrileño todavía recordaba con amargura lo sucedido el 11-M en la capital de España, donde se vivieron momentos trágicos. "Ahora lo piensas y, tras observar que no sucedió nada, lo ves como una broma de muy mal gusto, pero todavía recuerdo lo sucedido en el atentado de Madrid y se me ponen los pelos de punta", matizó Movilla.