Fueron los protagonistas de la triste noche copera en Tarragona y ayer esgrimieron los argumentos para defenderse de las dos expulsiones ante el Nástic. Alvaro fue más contundente: "Nosotros no somos dos jugadores desleales, pero sí contundentes. ¿Qué quieren? ¿Que seamos dos nenas? No lo somos", señaló el brasileño, mientras que su compañero en la zaga se mostró algo más comedido. "Son cosas del fútbol. No seré el primero ni el último que expulsen. Y es evidente que a nadie le gusta". Tampoco es la primera vez que ambos sos expulsados en un mismo partido, algo que sucedió también el curso pasado en San Mamés ante el Athletic en un partido que finalizó con derrota (4-0).

Ninguno de los dos quiso ni oír hablar de que perdieron los nervios. "Son situaciones de juego, nada más", insistió el Mariscal , que aseguró que no había habido reprimenda por parte del técnico. "Hemos repasado el partido y por supuesto que también las expulsiones, pero ha sido un comentario normal. No hubo nada anormal" ratificó.

LA RECRIMINACION Pero Alvaro incidió mucho más que su compañero en las circunstancias que rodearon su expulsión "Mucha gente ha dicho que estábamos nerviosos, pero no es así, aunque en el partido estaba prevaleciendo la agresividad", explicó el central brasileño, que calificó de injusta su segunda amarilla, en una jugada con Diego Torres en la que los dos se van agarrando: "Me tira de la camiseta y me caigo encima. Es injusta, pero el árbitro ya tenía intención de echarme".

Una vez que vio la roja, Alvaro se encaró con este futbolista, como antes también hizo Milito. "Esas cosas pasan en el campo y se quedan ahí", aseveró el argentino, sin querer explicar el motivo del incidente, algo que sí hizo el otro central zaragocista: "Fui a decirle que no se tenía que reír de una expulsión. Sólo le dije: "No lo hagas chaval". Si otro día le pasa a él, seguro que no le gustará que se le rían".

Tanto uno como otro coincidieron en el deseo de pasar página, en olvidar cuanto antes una noche tan lamentable para centrarse en la Liga y en la Copa de la UEFA: "La idea era hacer una buena Copa y estamos decepcionados, pero tenemos que pasar página. Hay que mirar siempre hacia delante", sentenció Milito.

"La Copa no nos sobraba --agregó Alvaro--, porque nosotros disputamos todos los torneos con la idea de ganarlos. Ya demostramos esa mentalidad el año pasado y es la única que vale. Además, hay mucha diferencia en un club, en su proyección deportiva, cuando se ganan títulos". No será ya el de Copa, pero la mirada está ya puesta en ganar al Sevilla, que "está en una buena racha, pero queremos que la termine aquí", añadió el brasileño.

Para ello el equipo tendrá que mejorar la imagen dada en los dos últimos partidos para enderezar un rumbo que fue bueno en el comienzo de curso. "Hay que ganar este partido como sea, pero más teniendo en cuenta esas dos derrotas que llevamos, ya que si el equipo agarra una dinámica negativa perderá la confianza", concluyó Milito.