Álvaro González ya estuvo en la rampa de salida en el verano pasado y en el actual va a estarlo mucho más porque la necesidad del club para traspasarlo ha aumentado y porque el jugador también desea marcharse, como pretendía también por cierto el año pasado. La idea de sus representantes es que salga y que no se frene la progresión del defensa, que ha cuajado también una más que discreta temporada en Segunda. Con todo, no hay ofertas concretas para su traspaso por el momento, aunque sus representantes ya están en ello y, si no, esperan que el Zaragoza sí acceda a una cesión, que en este caso significaría ahorrarse la ficha del zaguero, una de las más altas de la plantilla.

Álvaro llegó en el verano del 2012 del Racing por un millón de euros y el Zaragoza tiene el 70% de su pase, ya que el 30% restante corresponde al club cántabro. El verano pasado, tras proclamarse campeón de Europa sub-21 y a pesar del descenso, el Sevilla, el Genoa, el Valencia o el Swansea lo tuvieron en su agenda. También el fondo Doyen Group estudió su fichaje para cederlo al Getafe o al Sevilla. Nada de eso se concretó y el Zaragoza se negó a ceder al futbolista. Comenzó pidiendo hace un año 6 millones, pero al final de agosto lo habría traspasado por 3. Ningún club llegó a esa cifra.

Ahora, su temporada en Segunda ha bajado su caché, pero sigue teniendo cierto cartel y tanto sus agentes como Agapito confían en que al final sí llegue una propuesta que permita cuanto menos recuperar la inversión que el club aragonés hizo en su día por él.