El currículum de Natalio Lorenzo (Canals, Valencia, 18-9-84) incluye 11 equipos distintos, entre Segunda B, Segunda y Primera, y desde el verano pasado milita en el UCAM. Sin embargo, no ha pasado por el Zaragoza, que sin duda habría sido el club que más ilusión le habría hecho a su padre, del mismo nombre, que nació en Sevilla pero que desde pequeño se trasladó a Illueca. «Allí viven mi tía Merche y mi tío Sebastián, con mis primos. Otros tíos y primos viven en Zaragoza, porque mi padre tiene muchos hermanos», relata el jugador.

Su padre jugó en el Aragón cuatro años, hasta 1980, en la generación de Güerri, Víctor, Casajús, Vitaller, India, Pérez Agüerri… «Después se fue por la zona de Valencia, al Villarreal, al Alzira, al Canals… Ahí conoció a mi madre. Yo he ido mucho desde pequeño a Illueca», asegura el punta valenciano, que añade: «Mi padre es muy zaragocista, no lo expresa mucho, pero siente esos colores. Recuerdo perfectamente el día de la Recopa. Estábamos en casa, en Canals. ¡Joder, qué gol el de Nayim, nadie se lo esperaba! Mi padre se puso eufórico, chillando y yo más, porque como él gritaba por el gol, pues yo aún más. Siempre en el colegio decía que mi papá era del Zaragoza».

Y Natalio, de sentimiento valencianista en su infancia, también estuvo cerca de vestir la camiseta que tuvo su padre. «Hubo la posibilidad clara de ir, estuve muy cerca. Cuando había acabado en juveniles, probé en el Aragón en Segunda B y lo que me ofrecían no me convenció. Me fui al Villajoyosa con Luis García Plaza de entrenador. Me daban más años y estaba al lado de casa». Eso privó a su padre de una ilusión que le habría dado una alegría inmensa. «A mí no me lo dijo nunca, porque él es así, pero sé que se habría alegrado mucho de que yo jugara allí. No tengo la espina clavada por eso, pero me habría gustado, la verdad. Por ser la tierra de mi familia y porque es un histórico. Pero nunca se sabe, aún me quedan algún tiempo en el fútbol…», sentencia con una sonrisa.

Su carrera adquirió brilló en el Castellón, en la 06-07, con 14 goles que le abrieron las puertas de Primera en el Almería, donde le faltó continuidad con Emery y con Arconada. «Al menos, llegué a la élite, pero no me mantuve. Después, me gustaba la idea de aguantar en un club bastante tiempo, pero por las cosas del fútbol solo lo pude lograr en el Numancia». Tras pasar por Cádiz, Córdoba, Murcia y Tenerife, su maleta se estabilizó en Soria, donde estuvo cuatro años y medio, hasta enero pasado. Se fue en busca de más minutos al Llagostera, marcando 7 goles en el conjunto catalán y siendo fijo, aunque no jugara el último partido, de mal recuerdo en el Zaragoza.

El ‘Llagosterazo’

«Yo estaba sancionado, pero vaya fiasco les hicimos. Lo vi desde fuera y creo que el Zaragoza tiró muy adelantadas las líneas y les hicimos daño. Cada llegada nuestra era un gol, lo que les lastraba más. No me lo esperaba ni yo, ni nadie de los que estábamos allí. Mi padre y mi familia también me lo decían después», explica Natalio, negando de plano cualquier prima para un Llagostera que ya estaba descendido antes del partido. «Es que nadie apostaba por nosotros. Ni para primarnos... Pensarían en que para qué les vamos a llamar para que ganen si están de vacaciones. Y un dato a favor del Zaragoza es que nunca llamó para primarnos. Es algo que le honra como club. Eso es lo que tiene que ser, el fútbol debe ser limpio», indica.

En el UCAM, que ya ha vivido una destitución de un entrenador con el cese de Salmerón y la llegada de Francisco, arribó para luchar por la permanencia. «Ya sabíamos que íbamos a sufrir por salvarnos y en esta categoría nadie se puede dormir, porque está todo muy igualado. Esto es muy largo y tenemos fe ciega en salvarnos. Si estamos a un partido de salir de abajo... Ganando al Zaragoza todo se vera diferente», explica el delantero, que ha marcado dos goles en 17 partidos de Liga.

¿Y al Zaragoza, al que pudo ser su club y fue 4 años el de su padre, cómo lo ve? «Como equipo me gusta. Recuerdo el primer partido de Liga, nos ganaron y ya vi euforia, que si ascenso y todo eso. Pero esto es muy largo. Ahora viven un bache, pero mi consejo es la tranquilidad y el trabajo. Queda mucho aún». A Natalio le avalan doce temporadas en Segunda, por lo que su visión de la categoría es privilegiada. «Entiendo que tienen urgencias por subir, yo recuerdo un Zaragoza siempre de Primera. El fútbol a cada uno le pone en su sitio y, si hace méritos para subir, lo hará. Tiene buenos jugadores y creo que estará arriba, quizá no en ascenso directo pero sí en promoción».