Son un grupo de amigos de Manuel Giménez Abad que tienen en común el amor por las montañas del Pirineo. Antes de que el político del Partido Popular fuera asesinado en Zaragoza el 6 de mayo de 2001 ya habían realizado varias ascensiones a tresmiles del Pirineo. Giménez Abad con su familia y la compañía de Modesto Pascau comenzaron subiendo el Monte Perdido y un año antes del homicidio atacaron sin suerte debido al mal tiempo el Gias y el Clarabide. Por eso, tras la muerte de Giménez Abad comenzaron la lista con estos dos tresmiles fallidos del valle de Estós.

Las ascensiones ya se han convertido en una tradición en recuerdo del malogrado Giménez Abad. En 16 años han subido al Monte Perdido, los Infiernos, el Aneto, el Posets, Rusell, Perdiguero, el Gran Bachimala. Aragüells, Alba, Robiñera, Cotiella... Si el tiempo lo permite, mañana empalmarán los tres picos de Rusell, tres tresmiles situados en el valle de Benasque. Allí estarán Manuel y Borja, los hijos de Manuel Giménez Abad, su hermano Luis, Guillermo, que también pertenece a la familia, Ramón Tejedor, Ignacio Pardinilla, Pepe Quílez, Sergio Rivas y Modesto Pascau, entre otros. Dormirán en el recientemente inaugurado refugio de Cap de Llauset, el más alto de Aragón a 2.400 metros.

Manuel, su hijo, será uno de los integrantes de esta cordada. «Mi padre era un amante de la montaña. En ese entorno era donde probablemente más feliz era. Tendía a relativizar los problemas del día a día, de su trabajo y de la política. Allí arriba las cosas que abajo nos parecen más importantes se ven de una forma muy distinta. Le encantaba disfrutar de la montaña con sus hijos y sus amigos. A mi madre no consiguió convencerla. Cultivó muchas de esas virtudes que acompañan a muchos montañeros como la solidaridad, la tolerancia, el respeto, que luego te sirven para el día a día», dice Manuel Giménez Abad.

Son Borja y Manuel los que buscan la fecha y la elección del pico la toman anualmente Modesto Pascua, Luis Giménez Abad y el propio Modesto Pascau. «La fecha no es fija. A la bajada del pico tomamos una cerveza en el refugio y se decide dónde vamos el año que viene», explica Modesto Pascau, que tiene un recuerdo imborrable de su amigo. «Como montañero Manolo era normalico, constante y resistente. Y como persona de lo más normal y educado que en conocido en política. No era nada creído, nada orgulloso, muy accesible y escuchaba cuando le hablabas», recuerda.

Modesto Pascau explica el recorrido. «Son 800 metros de desnivel, será circular y nos puede costar ocho horas. Ya lo he hecho tres veces. Recorreremos un mundo enorme, precioso, granítico e ideal en invierno para practicar esquí de montaña», explica. Manuel Giménez Abad reconoce que «esta vez será una excursión tranquila. El pico está a 3.207 metros y es un desnivel relativamente pequeño. Por eso nos planteamos hacer las tres cimas».

Ramón Tejedor es otro de los clásicos. «El consejero de presidencia de 1996 al 1999 era Manuel Giménez Abad con Santiago Lanzuela de presidente de Aragón. Yo era en la oposición el portavoz del PSOE. Teníamos muy buena relación y el año 97 subimos al Aneto con Gonzalo Albasini y Modesto Pascau. Y desde entonces todos los años hacemos un tresmil», indica Tejedor, que glosa a Giménez Abad. «Era muy fuerte, amante de las montañas y preocupado por su conservación. Como político era un absoluto demócrata, capaz de negociar y llegar a acuerdos».