Nueve meses después de despedirse de la Eurocopa en octavos, la selección española vuelve al mismo escenario, Saint Denis, sin puntos en juego pero con la necesidad de confirmar sus progresos en esta fase de regeneración que conduce Lopetegui. Un amistoso de altura contra Francia (21.00), en la que Deschamps también anda inmerso en una profunda tarea de renovación con el fin de dotarla de la identidad adecuada para que, en consonancia con el gran potencial que se le supone, no falle en los momentos decisivos, como le ocurrió ante su gente en la final de la pasada cita continental.

Un amistoso con algo más que prestigio en juego, en el que volverá a probarse el videoarbitraje y en el que dos selecciones con estilos diferentes discutirán sobre cuál de ellas tiene un presente y sobre todo un futuro más esperanzador. Sobre el papel, Francia, que vuelve a disfrutar de una generación de futbolistas extraordinaria, lleva ventaja aunque Deschamps sigue considerando a España «una referencia mundial».

Lopetegui realizará varias rotaciones, empezando por la inclusión de Álvaro Morata en el lugar de Diego Costa en ataque, teniendo en cuenta además que el hispanobrasileño sufrió un fuerte golpe en el entrenamiento del domingo. También pueden verse afectados Iniesta, Thiago, Silva y Piqué. Se esperan caras nuevas como Nacho, Koke, Pedro o Ander Herrera.

El seleccionador francés, por su parte, no parece estar por la labor de introducir demasiadas novedades. «En abril hay clubs y jugadores que tendrán partidos importantes. Dependerá de cómo vaya el partido. Hace cuatro meses que no he estado con el grupo y tengo que pensar en eso», dijo el técnico galo, que pidió paciencia con Mbappé, nueva perla del fútbol europeo, aunque no oculta las sensaciones tan positivas que le provoca la eclosión del delantero del Mónaco: «Tiene solo 18 años, ya es muy maduro pero aún tiene que mejorar. Tiene tranquilidad en los mano a mano y eso marca la diferencia. Tiene frialdad delante de la portería, es lúcido en el último toque y tiene gran velocidad».