Todo estaba preparado para el último cambio de Zinedine Zidane a pocos minutos del final de la prórroga ante el Bayern. Kovaci centraría por Cristiano Ronaldo para que el astro portugués pudiera recibir el calor del público después de marcar los tres goles que metieron al Madrid en semifinales. Sin embargo, el jugador que salió del campo fue Kroos. Cristiano no quería aplausos después de que el público le hubiera pitado en alguna fase del encuentro, lo que recriminó tras el choque. “No quiero una calle. Solo quiero que no me piten”, dijo CR7.

No es fácil hacerle entender que el Bernabéu ha pitado a todo el mundo, independientemente del nivel que tuviera el jugador. Lo comprobaron Di Stéfano, Zidane, Casillas, entre otros. Ni siquieraLeo Messi ha escapado a los pitos del Camp Nou. En el Bernabéu tampoco se ha eludido la respuesta del aficionado cuando la actitud de un jugador no ha sido buena. Basta una acción en la que el futbolista no se esfuerce por llegar a un balón para que la grada tome nota.

REINCIDENTE

Cristiano es reincidente en acciones de ese tipo. No es la primera vez que escucha los silbodos del público. Ante el Bayern, la grada no le perdonó que no fuera al límite en algunas acciones . Pese a ser uno de esos partidos cargados de electricidad, en que se valora el triunfo final por encima de otras cuestiones, el público no pasó por alto algunos detalles que terminaron por enfadarle. El primero fue pasada la media hora de partido cuando en un contragolpe Ronaldo no le pasó el balón a Benzema, que estaba en una posición muy clara de remate. Murmullos y algunos leves pitos que el portugués apuntó. Con el 0-1 para el Bayern, Cristiano no peleó un balón y volvieron los rumores en la grada.

MIRADA DESAFIANTE

Ahí comenzó la rabieta de Ronaldo y, a la vez, su venganza. Nada más marcar el empate pidió silencio a la grada. Su mirada y sus gestos hacia el público no pudieron ser más desafiantes. Era su venganza a lo que considera un desafío de la grada hacia su figura. “Siempre doy lo mejor y cuando no hago goles intento trabajar y ayudar al equipo haciendo lo mejor”, dijo Ronaldo nada más terminar el encuentro. Cristiano no entiende los pitos. Le duelen, aunque como él dice “prefiero quedarme con lo positivo”.

Eso tuvo que ver con los goles. El segundo y el tercero en la cuenta del portugués desataron el delirio en el público. También los celebró con rabia Cristiano, para entonces convertido ya en un héroe capaz de atraer la admiración del Bernabéu y cambiar el rechazo del público por la admiración.

Tras el choque, mientras Ancelotti y los suyos lamentaban la penosa actuación del colegiado, Ronaldo encontraba consuelo en algunos de sus compañeros, que le dieron la enhorabuena por los tres goles. “Si Cristiano está bien, el Madrid está bien”, dijo Sergio Ramos. También Zidane echó un capote al portugués. “Estoy seguro de que el público agradecerá a Cristiano todo lo que ha hecho. Es un jugador único y estamos felices por él y por el equipo”, afirmó el entrenador del Madrid en un intento de mentalizar al público del Bernabéu para el clásico del domingo.

REPUESTA EN EL CLÁSICO

Nada indica que pese a tener enfrente al máximo rival, Cristiano se salve de los pitos si vuelve a las andadas porque para entonces se habrá olvidado su gesto ante el Bayern, al que le ha hecho cinco de los seis goles de la eliminatoria. La afición del Bernabéu no tiene memoria. Reconoce la valía de un jugador, pero eso no le exime de una pitada. Lo sabe Cristiano, empeñado en ganarle el pulso a la grada y cambiar una situación que se ha repetido desde hace muchos años con las grandes figuras del madridismo sobre el campo. “El público siempre tiene razón y lo que quiere es que el esfuerzo del jugador”, sostenía Di Stéfano.

"El público siempre tiene razón y lo que quiere es el esfuerzodel jugador", argumentaba Di Stéfano

Ahora, si siquiera ver cómo Ronaldo acaba de firmar su mejor mes en la presente temporada tras marcar cinco goles. Tampoco antes había marcado más de cuatro tantos a partir de los cuartos de final en Champions. Nada de eso tendrá en cuenta el exigente aficionado del Bernabéu.