Tenerlo enfrente y verlo. Poder palparlo, cogerlo, escucharlo, abrazarlo, estrujarlo, vivirlo. Saber que es real porque te lo indican los cinco sentidos y no la locura pasajera de la cabeza. No es una ensoñación. La Primera se toca, se acaricia, se deslizará esta noche (21.00, BeIN LaLiga) caliente hasta lo más hondo del corazón de un Alcoraz que latirá de amor a Primera vista, un flechazo inolvidable. Un amor verdadero, buscado, perseguido y encontrado tras un año de ronda. Un catorce de septiembre que hará a Huesca mortal de grandeza. Sus once jugadores defenderán su escudo en casa, con su gente, en familia, en la máxima categoría. Lo nunca visto que hoy se verá con la retina empapada de lágrimas. Tres jornadas de espera, viajando donde hiciera falta porque la ilusión lo reclamaba con ansia, abrirán hoy las puertas de un estadio reformado pero también el corazón y la garganta de una afición, una ciudad y una provincia que alentarán unidas en la esperanza de una permanencia infinita. La historia será presente bajo las estrellas y el brillo de los focos. El Alcoraz será de Primera.

De final hablaban esta semana los jugadores del Huesca. Final porque saben que la fortaleza mana de esa ilusión que les ha hecho despertarse en LaLiga con cuatro puntazos y que no les ha desvelado pese al jarro de agua fría del Camp Nou. Y porque el Rayo no es un gigante como el Barcelona, es un mortal redebutante al que se puede herir como a un Eibar o a un Athletic. Porque fallar en casa, ante los suyos, que han esperado una vida por este momento, no es una opción en una fiesta que no puede tener otra noticia que un final feliz. Y porque las historias de amor, como lo es esta, deben escribirse con esos renglones perfectos. Leo Franco y sus muchachos conocen que su peor enemigo será esa ansiedad, ese ímpetu del querer agradar, del salir a por todas para quedarse con nada. Su argumento para no caer en la trampa será la difícil digestión de estas emociones en un fútbol competitivo, como el de hasta ahora, con velocidad y definición en ataque. Jugar por encima de los nervios.

INTERNACIONALES / El parón ligero ha servido para planificar una segunda pretemporada con sesiones dobles de entrenamiento y con la ausencia de los internacionales Akapo, Gürler y Jovanovic, lesionado en la concentración de Serbia. Además, desde el pasado martes, la plantilla ha podido ejercitarse sobre el estrenado césped verde de El Alcoraz, escenario que espera una entrada histórica por su ampliación (7.638 banquetas para 6.100 abonados) y por la excepcionalidad de la fecha. Las obras de última hora continuaban ayer en los aledaños de un estadio renacido tras 46 años de espera al día de hoy.

Los entrenamientos habrán habituado a los futbolistas a una nueva situación. Esta noche ante el Rayo pasarán de ser presa, como lo fueron en Ipurua, San Mamés y Camp Nou, a ser el cazador. De ellos se espera la iniciativa, no quedarse agazapados en busca del error ajeno, táctica que tan buen rédito les ha dado hasta el momento. El Rayo será esta vez el Huesca y el Huesca tendrá que ser otro equipo, con más posesión, más paciencia, pero explotando sus virtudes, algo que ya se ha percibido en la remontada en Bilbao: abrir las bandas, buscar combinaciones para explotar la velocidad, acertar con las ocasiones y tener buen pulso defensivo. Al equipo del Valle del Kas, engullido por la urbe capitalina, le gusta el toque y la creatividad, firma con la que se sumó al ascenso directo con sus adversarios de esta noche. Veremos cómo se adaptan los pupilos de Míchel al cargo de víctimas con veneno escondido en una fiesta a la que han sido invitados por azar.

Leo Franco ha mantenido las dudas si apostará por el mismo once que ha repetido en los tres partidos anteriores. Cauteloso, no da pistas, aunque entona vientos de cambios. Lo normal es que la vida siga igual, pero la competencia en los puestos y los entrenamientos de dos semanas pueden guardar sorpresas. La lesión de Jovanovic deja huérfano el debate de la meta y Werner saltará al prado bajo palos. Entre la otra decena de valientes se visualiza la silueta de cinco hombres que estuvieron en Lugo (Pulido, Melero, Gallar, Moi y Cucho) como un sentido homenaje a su hazaña.

El Rayito llega a Huesca con hambre de fútbol. La decisión de LaLiga de suspender el pasado partido ante el Athletic por la necesidad de obras en el estadio de la calle Payaso Fofo, ha hecho que el combinado franjirojo tuviera que descansar tras sumar dos derrotas (1-4 ante el Sevilla y 2-1 en el Wanda). Un gol en dos partidos son poca cosecha para un conjunto que suma con esta 18 presencias en Primera y tiene el tercer peor gasto salarial de la categoría, justo por encima de los altoaragoneses. Catorce incorporaciones, donde destacan los delanteros Álvaro (Cádiz) y el congoleño Kakuta (Liga china) y los defensas Jordi Amat (Swansea) y Gálvez (Eibar), dan cuerpo a un adversario que tendrá en Raúl de Tomás, de nuevo cedido por el Real Madrid, a su hombre más peligroso (24 goles en Segunda la pasada campaña). Un invitado de lujo para una noche histórica en un lugar que se le ha atragantado. De cuatro visitas ligueras, solo una victoria madrileña.