Y al cuarto intento voló hasta aterrizar en la arena y besar el oro. Voló hasta los 14.73 metros que significaban el nuevo récord de España en triple salto. Pero voló, en realidad, Ana Peleteiro hacia el oro en el Europeo indoor que se está celebrando en Glasgow. Voló, sobre todo, para sobreponerse a un mal inicio, que había puesto todas sus ilusiones bajo sospecha.

En sus dos primeros saltos, dos nulos. Pero ella, a sus 23 años, no se dejó llevar por esa energía negativa con la que había arrancado el concurso. Todo había empezado mal para ella teniendo en cuenta, por ejemplo, que Papahrístou había saltado 14.50 en su primer intento.

Peleteiro había empezado bien en sus dos primeros saltos por encima de los 14 metros, pero acabaron siendo nulos. Fue entonces cuando emergió su carácter. Sentía que tenía la medalla en sus piernas. Y el tercer salto le ponía en la pista buena, ajustando al máximo para llegar hasta los 14.56, desatando la alegría porque mejoraba su marca personal en pista cubierta (14.51 m) y también en el aire libre (14.55 m).

Aún faltaba, sin embargo, lo mejor. Esas piernas tenían que darle todavía mucho más. Fue entonces cuando en el cuarto salto alcanzó los 14.76 que le daban el reconocimiento por el que tanto había trabajado. No solo había ganado el oro sino que, además, batía el récord español del triple salto que tenía Carlota Castrejana desde hace 12 años, con 14.64. "Era el sitio perfecto para quitarme el récord de España, confesó poco después la exatleta, convertida ahora en la jefa del equipo español en los Europeos de Glasgow.

"He crecido mucho mentalmente, tengo un coraje que no tenía", aseguró una exultante Peleteiro, que arrastraba desde hace semanas molestias en el pie izquierdo. No sabía si podría llegar a competir en el europeo. "Estaban saltando todas un montón, pero saqué el nervio gallego que tengo ahí dentro y me salió bien, añadió la nueva campeona de Europa.

Esa competitividad le ha llevado a mejorar su marca personal en 22 centímetros. "Como dice Iván, todo lo que viene conviene", dijo en referencia a los consejos de su entrenador, el cubano Ivan Pedroso. "Si antes ya confiaba en él, ahora le hago la ola", añadió feliz porque el oro le trajo un récord en el que llevaba pensando desde hacía tres años.

Por eso, después de volar hasta un lugar que no había pisado nunca antes se quitó el dorsal y enseñó su nombre. Era su mensaje más contundente. "Sé que no soy mejor que nadie, pero también sé que nadie es mejor que yo", afirmó Peleteiro, que fue campeona del mundo júnior con 16 años en el 2012 y bronce en los últimos Mundiales indoor del 2018, además de acabar también tercera en los Europeos de Berlín al aire libre del año pasado.

Pero se asomó a Glasgow sin apenas haber competido. Y con horas de sueño acumuladas de tanto nervios antes de ponerse a volar. "He dormido fatal. Me despertaba a todas horas y no he podido comer tan temprano. Tomé una cucharada y casi la vomito", reconoció la nueva campeona de Europa en pista cubierta.

"Si sabes utilizar todas tus armas juntas, eres imparable. Yo aquí me veía poca cosa, comparada con estas, pero sé que tengo 23 años y estoy empezando. Los 15 metros es algo que está en mi mente y en la de mi entrenador", contó Peleteiro. Está a 27 centímetros. Pero en Glasgow ya voló 22 centímetros más de lo que nunca había hecho. Cada vez se acerca más.