El guión del partido está escrito desde hace un par de semanas, desde que un gol de Shevchenko acabara con la imbatibilidad azulgrana en San Siro. "El Bar§a saldrá al ataque desde el primer minuto y nosotros tendremos que ser muy agresivos", reclamó ayer Carlo Ancelotti. "A nosotros también nos gustaría irnos al ataque, pero si no podemos, nos defenderemos. El fútbol no es sólo ataque. Un gran equipo es aquél que sabe atacar y sabe defender. Aquél que tiene equilibrio", comentó el técnico del Milan, dibujando lo que será hoy el duelo entre dos de los equipos más seductores de Europa. Rijkaard, en cambio, no comparte la osada predicción de su amigo Ancelotti y apela a la paciencia para derribar el muro italiano.

LA BAJA DE STAM El Barcelona cuenta además en esta ocasión con una ventaja, una gran ventaja. No está Stam, el gigantesco central que se merendó en una noche a Larsson, Etoo y Ronaldinho, a los que dejó secos y tiesos. Pero Rijkaard no se fía porque un partido como el de hoy lo ha jugado miles de veces con la camiseta del Milan. Y no quiere padecerlo ahora como enemigo. Bastante tuvo hace 15 días cuando él se llevó los elogios por el fútbol hermoso y ofensivo de su equipo, mientras el Milan recogía el botín de los tres puntos. Por todas esas razones, el Bar§a jugará con el corazón a mil y el puño encogido, disponiendo de un arma que no tenía en San Siro: la profundidad de la banda derecha que le garantiza Giuly y Belletti. Para desactivarlo, Ancelotti ha pedido una cosa a su equipo. Sólo una: "Tenemos que jugar con mucha agresividad para no dejar espacios".

AHOGAR A XAVI Y DECO Ese mensaje era de Ancelotti, aunque luego, traducido en el lenguaje de Shevchenko, tenía otras palabras. "En los primeros 20 minutos debemos estar muy concentrados, ser muy compactos", explicó el delantero ucraniano. O sea, ahogar a Xavi y Deco, las dos vías naturales de creación del Bar§a, para aislar a Etoo y Ronaldinho. Porque la llave del partido sigue siendo la misma que hace dos semanas: quien tenga el balón, tiene un tesoro. "Son dos equipos que tienen capacidad para anular al contrario a través de su juego", dijo Ancelotti, quien recordó luego el sufrimiento que vivió en Milán cuando el Bar§a lo arrinconó en su área.

Para no repetir esa agonía, aunque sí firmaría el resultado, el Milan pisará hoy el Camp Nou como cualquier equipo italiano. Todos atrás y a esperar, pero con una sustancial diferencia. Tiene tres armas muy valiosas. Un par son brasileñas: la clarividencia de Kaká y la profundidad del viejo Cafú y la tercera es Shevchenko, un goleador infalible que ya ganó con el Dinamo de Kiev dos veces. Por eso, Rijkaard ha pedido calma al Barcelona y, sobre todo, puntería para acabar con el Milan.