Mirar, andar y escuchar. Ese es el lema del Camino de Santiago francés por Aragón, una actividad que organiza Montañeros de Aragón, que comenzó en mayo, consta de ocho etapas y finaliza el 18 de noviembre con un recorrido desde Villanúa hasta Jaca. Este trayecto deportivo y cultural abrió el martes pasado en Ibercaja la XXII edición de La Montaña y sus Protagonistas. Presentaron la proyección Alberto Planas y Roberto Martín con un salón casi repletos de entusiastas de la cultura aragonesa y el senderismo.

«El objetivo era ver el Camino de Santiago francés y recorrer la historia de Aragón y así despertar el interés de la gente. Fue en este lugar donde se fue hilvanando el Reino de Aragón», explica Alberto Planas, uno de los promotores de esta iniciativa. «La mitad ha sido andar y el resto mirar y escuchar. Pero en vez de realizarlo en tres días, lo hemos dividido en ocho etapas. Si lo hacemos en plan senderista, la gente no se entera de nada. Contra más sabes, más valoras las cosas y más las quieres», afirma Planas.

La satisfacción ha sido grande por todos los que están a punto de concluir el Camino de Santiago. «El balance ha sido positivo en las 350 personas que lo han realizado. Muchas de ellas han repetido». Pero le ha dejado también un sabor agridulce. «Este trayecto histórico tiene muchas carencias y no hay nada, ni nadie que te lo facilite. Es muy dificultoso acceder a la información. Sabíamos que no encontraríamos nada y que nos lo tendríamos que currar y ya sabíamos que todo estaba tan en mantillas como pensábamos. Por ejemplo, en Undués de Lerda, el último pueblo antes de llegar a Navarra, el cura no nos dejaba hacer fotos ni visitar la iglesia, a no ser que fuera en las horas de culto. Hicimos siete llamadas previas al pueblo y no tuvimos suerte. Hubo un interés cero por parte de ellos», critica con dureza Planas.

Comenzó el recorrido en mayo con la etapa de Somport a Villanúa. «La segunda comenzaba en Villanúa y acababa en Jaca. Pero no la pudimos hacer en su totalidad porque la carretera estaba cortada por la cicloturista de la Quebrantahuesos. Entonces fuimos de Atarés a Jaca y visitamos la catedral de Jaca, el Museo Diocesano y el sarcófago de doña Sancha», sentencia uno de los promotores del proyecto.

La tercera etapa comenzó en Atarés y acabó en Santa Cruz de la Serós. «La cuarta la iniciamos en San Juan de la Peña y fuimos hasta Santa Cilia y la quinta nos llevó hasta Arrés y Martes. Arrés es precioso y mantiene su perfil medieval. Tiene una de las primeras pilas bautismales cuadradas que se conocen», explica.

La penúltima transcurrió por Martes, Mianos, Artieda y Ruesta y la última fue de Ruesta a Undués de Lerda. «Aquí hay un tramo auténtico del Camino de Santiago que es posible que inunde el embalse de Yesa. También destaca la ermita de Santiago, de un románico austero y robusto y el castillo es impresionante. El colofón fue un sorteo de regalos de material Altus en la comida».

Las dos etapas que tuvieron una mayor aceptación fueron la primera y la segunda. «Llenamos dos autobuses, pero era complicado llevar a más personas. En general la gente solo quería andar. Eran etapas cortas de no más de 22 kilómetros y así se podía ver todo el apartado cultural del camino». Alberto Planas contó con la colaboración de Alfonso Gimeno y Miguel Ángel Gil. Todo el recorrido se ha realizado en su integridad a excepción de la etapa de Villanúa a Jaca. «El próximo 18 de noviembre está programado por el club que se haga en su integridad la etapa entre Villanúa y Jaca. La iglesia de Villanúa tiene una joya de gran valor como es la imagen románica del siglo XII de Nuestra Señora de los Ángeles. En la primera visita no la pudo ver más que uno de los autobuses y ahora gozará de ella todo el mundo. También visitaremos el castillo de Castiello».

Planas considera que hay que acabar esta etapa para hacer una valoración de la actividad. «Pero he disfrutado en todas las etapas y he hecho muchos amigos. Me lo he pasado muy bien en la preparación, pero no elijo una etapa en especial», concluye.