Nada más concluir el partido, Andrea Blas aseguró sentirse "muy emocionada" y algo contrariada, "triste y feliz a la vez. Queríamos el oro, pero también estoy muy contenta porque hemos conseguido una medalla olímpica". La selección femenina de waterpolo, que nunca había participado en unos Juegos, conquistó un metal en su primer intento. "A Londres llegamos sin presión, vinimos para jugar al waterpolo que es lo que sabemos hacer y nos volvemos con la plata", admitió Blas, que vivía una mezcla de sensaciones tras el partido, donde España fue muy inferior a su rival, y la entrega de medallas, un momento que sin duda nunca olvidará. Andrea, que apareció en la celebración, tras el podio, con una bandera de Aragón, afirmó: "siempre me siento muy orgullosa de representar a mi tierra y a mi ciudad". La de la waterpolista es la décima medalla olímpica conseguida por un deportista aragonés. Finalmente, la jugadora del Escuela Waterpolo de Zaragoza, no dudó en agradecer este triunfo "a todo el mundo que me ha apoyado pero sobre todo a mi familia y a mi entrenador".