-¿Cómo llega el Sevilla Atlético a La Romareda?

-Para nosotros el escenario es histórico y un lujo visitarlo. Y el hecho de llegar a estas alturas con opciones de permanencia es un éxito. Para muchos éramos candidatos fijos al descenso en verano. A base de rendimiento, de identidad, de hacer grandes partidos, como ante el Zaragoza, nos ganamos el derecho de seguir con posibilidades de permanencia. Mis jugadores en las 29 jornadas siempre fueron competitivos y demostraron que el equipo merece estar en Segunda. El Zaragoza está ahí, por detrás de nosotros, y el que consiga la victoria dará un paso importante. Será un partido atractivo en lo futbolístico y exigente en lo emocional.

-¿Cómo explica su bajón? Son el peor de la segunda vuelta.

-Ha sido bajón solo en lo numérico. Hemos tenido que afrontar muchas adversidades en las bajas. Hubo momentos brillantes de puntuación en la primera vuelta, llenamos el saco y el botín para cuando vinieran las vacas flacas. Las ausencias, nuestra condición de filial o la igualdad influyen. Y venimos de tres empates, Levante, Alcorcón y Nástic, donde lo normal es que dos hubiéramos ganado. Somos un filial y pagamos ciertos peajes.

-Diego, Lasso, Cotán, Carlos Fernández, ahora lesionado, Ivi... La cantera del Sevilla tiene nivel.

-Me alegra oír esos nombres porque estaban en Segunda B y nadie los conocía. Han demostrado un rendimiento muy bueno y su evolución. Nunca hay que descartar que puedan llegar al primer equipo, aunque no solo se llega con el talento, se tienen que dar las circunstancias. Tengo claro que se van a abrir un futuro en Primera o en Segunda porque talento y profesionalidad tienen pese a su casi insultante juventud.

-Usted ganó la Copa y la Liga con los juveniles y ascendió con el filial. ¿Se ha hecho ya un nombre para dar el salto?

-No pienso en eso. Intento dar lo mejor y disfrutar. Soy profesional, aspiro a crecer y posiblemente en unos años esté en otro equipo. De mi camino no sé el itinerario, pero seguro que habrá otros retos. Preparado me siento y confianza tengo en mis posibilidades, porque llevar ocho años en el Sevilla ya supone una gran dificultad por cumplir expectativas en un club tan exigente.

-Al Sevilla llegó de un Motril al que convirtió en el mejor equipo en la estrategia.

-Es algo que me gusta mucho trabajar y hacíamos muchos goles. No sé si éramos el equipo que más. Monchi, cuando me firmó, lo hizo para Tecnificación y por mi faceta en la estrategia. Es un valor vital, donde es clave tener buenos lanzadores, rematadores y jugadores que crean en que esas jugadas les hacen mejores.

-Trabajó con Unai Emery y tiene buena relación con él. ¿Cómo vivió lo sucedido ante el Barça?

-Lo primero, a Unai le estaré siempre agradecido. Es un entrenador top. No soy de idolatrar, me gusta el collage, coger de varios técnicos, pero yo, sin conocerlo personalmente, ya me inspiraba en él, tenía jugadas de estrategia de él cuando estaba en el Valencia y en el Almería. Unai está expuesto a esto, cuando uno está en grandes clubs todo posee una dimensión exagerada, para lo bueno y para lo malo. Ha vivido y toreado con éxito en plazas complejas. Es uno de esos entrenadores que ante la adversidad siempre se crece y saca los proyectos adelante. Ese día se dieron muchas circunstancias y la gran mayoría a favor del Barcelona. Son cosas del fútbol y como espectador fue un tremendo espectáculo en lo futbolístico.

-¿Cómo ve al Zaragoza?

-Mis recuerdos de pequeño eran de un club que estaba siempre arriba y que a veces ganaba títulos. Es duro verlo llevar cuatro años en Segunda. Pero es su realidad. El Sevilla, en su día, pudo salir adelante, apoyado en la cantera, pero no solo en ella, también en jugadores a coste cero, con el trabajo de Monchi y Caparrós. Fueron creciendo año a año, en un plan a largo plazo, dando pasos con paciencia y calma.

-Paciencia no hay mucha...

-En esta categoría hay que ser perseverante, tener paciencia y que toque ese año, que salga todo de cara. Y luego están las urgencias. El Cádiz, por ejemplo, se pegó muchos años en Segunda B, con las ansiedades y las precipitaciones. Y el Oviedo, igual. El salto cuesta cuando estás en ese pozo que te limita mucho. Lo que tengo claro es que es un club de prestigio, atractivo y cualquier profesional del fútbol admira al Zaragoza y sabe lo que significa.

-¿Qué destaca del rival?

-Tiene un delantero fantástico como Ángel y jugadores de calidad como Cani y Lanzarote, que es un gran lanzador, o Javi Ros, que va de menos a más en la temporada. Y me gusta mucho Dongou, tiene mucho potencial, proyección y desequilibrio. El bloque posee mucha calidad y sobre todo experiencia en la categoría. Y es un equipo que es capaz de hacerte daño con muy poco, lo que es un gran valor que todos rivales respetamos.