Minuto 28 ante el Alcorcón: Toño Martínez se equivoca en la cesión a Dani Giménez, su guardameta, en un despeje hacia ningún lugar de Rico y Roger se adelanta a Camille para regatear al arquero y marcar a puerta vacía. Es el último gol que ha anotado el Zaragoza en jugada desde el 12 de enero. Ese día, y ya ha pasado más de un mes, la victoria la cerró Luis García, con un tanto de penalti cometido sobre Roger, mientras que ante el Hércules, el Barça B y el Lugo se quedó sin anotar y tanto la diana lograda para ganar en Miranda como la que sirvió para empatar en Santa Cruz llegaron desde la estrategia, después de un lanzamiento de falta, y un remate de cabeza, de Roger en Anduva y de Arzo en el Heliodoro, en ambos casos con la ayuda del meta rival.

El dato, ningún gol en jugada en los últimos 5 partidos, deja claro que al Zaragoza se le ha secado otra vez la fuente del fútbol, que apenas genera con el balón. Es verdad que ante el Hércules lo hizo y solo la mala suerte en el remate y las intervenciones de Falcón impidieron que el Zaragoza anotase, pero desde aquel día, en los 4 encuentros recientes, la producción ofensiva ha bajado, en especial en las derrotas ante el Barça B y el Lugo, donde fue en la práctica nula.

Lo cierto es que el último gol en una jugada con cierto mérito fue el que abrió la victoria ante el Alcorcón en el minuto 13, con un centro de Montañés que remató Roger y que remachó Barkero tras el despeje del portero. El segundo tanto de ese día llega sobre todo por un error del rival más que por una acción de fútbol colectivo. Desde entonces, la nada. Contra el Hércules por el peso de la poca pegada. Después, porque el fútbol ha ido menguando en el Zaragoza. Vamos, como en la mayoría de la temporada por otra parte.

En Anduva el Zaragoza se llevó la victoria en un encuentro práctico, con solidez atrás y trabajo, pero con poca llegada. Roger aprovechó una falta botada por Víctor en el minuto 66 para cabecear a la red después de un salto espectacular y con Dani, portero del Mirandés, algo lento en sus reflejos para despejar un balón que era parable.

Llegó el duelo ante el Barcelona B y la superioridad casi insultante del filial culé, sobre todo en la primera parte. Solo cuando el rival sentenció el choque con el segundo gol en el minuto 58, el Zaragoza tuvo más ocasiones --antes del descanso Montañés se encontró con un mano a mano que no resolvió--, pero el caso es que Masip se fue de La Romareda con su portería sin abrir.

En Lugo el panorama aún fue más desolador. Una ocasión solo, de Luis García que se fue desviada, ante la portería de José Juan. Otra tarde sin gol. También lo parecía la de Tenerife, donde el Zaragoza llegó un poco más al arco enemigo que en el Anxo Carro, pero Arzo en el 84, tras 277 minutos sin gol desde la diana de Roger en Anduva, firmó el empate en un saque de falta de Rico. Eso sí, en jugada ni hablar de marcar.