La sorprendente victoria de Grecia en la Eurocopa supuso una mina de oro para un apostante anónimo, que se embolsará 495.000 euros (más de 82 millones de pesetas) tras haber apostado en dos tandas 24.500 euros a su favor. El apostante, de nacionalidad birmana, fue uno de los muchos que movió 446 millones de euros (74.200 millones de pesetas) en las apuestas británicas, mucho más que en la Eurocopa del 2000 (298) y el Mundial del 2002 (372).