El Real Zaragoza tiene muy avanzadas las negociaciones para fichar por dos temporadas al extremo zurdo de la Real Sociedad Alain Oyarzun, un jugador que completaría el juego exterior de ataque del conjunto zaragocista, donde ya están Papunashvili, Pombo y queda pendiente la decisión final de Cani y lo que suceda con Xumetra, que de momento va a empezar la pretemporada. Fuentes muy cercanas a Oyarzun (San Sebastián, 27-9-93) admitieron que la negociación está muy avanzada y que el acuerdo puede llegar esta semana por un futbolista casi inédito la temporada pasada, donde estuvo cedido en el Mirandés. Solo jugó dos partidos, ya que se rompió el cruzado de la rodilla izquierda en pretemporada, a finales de julio, en un amistoso ante el Eibar.

La Real Sociedad no cuenta con él y accede a darle la carta de libertad, ya que le queda un año de contrato, pero se quiere reservar una opción de recuperar (apunta a lograrla) a un extremo que era una de las grandes perlas de Zubieta. Instrumentalizar esa opción de recompra puede retrasar el anuncio, pero la idea es que comience la pretemporada a las órdenes de Natxo González.

La noticia fue confirmada a este diario por los representantes del jugador, los mismos, por cierto, que los de Pablo Hervías, que fue objetivo zaragocista con la misma intención de que rescindiera el año de contrato que le quedaba. Hervías y Oyarzun son de la misma camada de Zubieta. Sin embargo, el club aragonés decidió apostar más fuerte por Oyarzun para potenciar su banda izquierda, ya que el perfil de Hervías es diestro. También se preguntó hace unas semanas por el extremo del Celta Josep Señé, tanto a sus agentes como al club, opción que quedó en el limbo.

SUS CUALIDADES / Pero será, salvo sorpresa, Oyarzun el que llegue, un extremo de calidad, talento y verticalidad, de los que encara y que posee una buena zurda. Se trata de un jugador con buena capacidad asociativa, que tiene regate y que pone buenos centros desde su perfil. No es un extremo de velocidad al espacio, sino un jugador que necesita del balón para ser desequilibrante. Eso sí, su llegada supone un cambio con respecto a los siete jugadores ya fichados por Lalo Arantegui (Buff, Grippo, Ángel, Alberto Benito, Papunashvili, Eguaras y Febas, aunque este último está pendiente del anuncio oficial para su cesión). Todos son jugadores que la temporada pasada disputaron un buen número de minutos, Eguaras incluso como compañero de Oyarzun, que es la primera apuesta de riesgo de la nueva dirección deportiva, aunque no es menos cierto que el futbolista, como demostró al final de la temporada pasada, parece recuperado completamente de su lesión, que le tuvo más de nueve meses de baja, ya que no reapareció hasta el 7 de mayo ante el Sevilla Atlético. Así, el Zaragoza consultó, también en el Mirandés, el grado de recuperación de Oyarzun, con una respuesta afirmativa en todos los casos.

El extremo donostiarra llegó a Zubieta en infantiles, desde Les Eglantines de Hendaya, ya que el futbolista residió en Irún y se considera de allí. En el 2102 dio el salto a los juveniles y ya en la 12-13 disputó un amistoso con el primer equipo ante Osasuna, antes incluso de jugar en el filial donostiarra, donde fue uno de los jugadores más destacados en la 13-14. Entonces, compartía protagonismo en ataque con Eneko Capilla y Hervías.

CESIÓN AL MIRANDÉS / Su debut en el primer equipo fue en la 14-15, en Copa ante el Oviedo. En el verano del 2015 David Moyes le dio plaza en la plantilla realista, pero solo tuvo minutos en la eliminatoria de Copa ante Las Palmas, por lo que a finales de enero se marchó cedido al Mirandés, donde a las órdenes de Carlos Terrazas sí tuvo muchos minutos en 18 partidos de Liga, y uno de Copa, con un gol y 5 asistencias.

Repitió cesión en el Mirandés, donde iba a ser clave, pero su grave lesión le dejó fuera de los planes de Terrazas para no volver hasta principios de mayo. Hizo la recuperación en las instalaciones de la Real Sociedad hasta que entró en la dinámica de grupo. Pablo Alfaro le dio minutos ante el Sevilla Atlético (19) y el Elche (28), donde firmó una buena actuación, pero la ratificación matemática del descenso del Mirandés ya supuso que no volviera a jugar, porque además acabó la temporada con pequeños problemas musculares derivados de su tiempo de inactividad.