Los últimos partidos del Córdoba en el Nuevo Arcángel han ido acompañados de protestas de la grada en el minuto 54, en alusión al año de fundación del club, contra la gestión de los actuales propietarios del Córdoba, la familia González, donde Carlos, el anterior presidente dejó paso a su hijo, Alejandro, como cabeza visible para ser el dirigente más joven del fútbol profesional español con solo 25 años. Y en el encuentro ante el Huesca también se convocó una concentración de seguidores.

Andan revueltas las aguas por Córdoba, un equipo en apuros, que hace tres temporadas, en la 13-14, logró un ascenso a Primera tras entrar a última hora en la promoción que después no supo gestionar bien. Dio con sus huesos de nuevo en la categoría de plata, pero el año pasado con José Luis Oltra en el banquillo le alcanzó, pese a una mala segunda vuelta, para llegar al playoff, don de no pudo repetir el logro del ascenso que firmó en 2014.

Este curso pinta mucho peor. En verano se marcharon jugadores claves, como Florin Andone, Fidel o Xisco, y llegaron otros que apenas han dejado más dudas que certezas. El proyecto nació mal acabado y el club, donde solo el 25% del presupuesto se destina a la plantilla, falló en los refuerzos, pese a que hubieran podido disponer de más margen salarial tras el traspaso de Andone al Deportivo. Son el duodécimo límite de Segunda en esa faceta, con 4,9 millones, justo por detrás del Real Zaragoza (5,1).

La temporada no empezó mal bajo la batuta de nuevo de Oltra y hasta rondó la zona más alta de la categoría en las siete primeras jornadas, pero el equipo entró en barrena, víctima de su inconsistencia y de sus errores defensivos. Ha encajado ya 39 goles, uno más que el Zaragoza.

Oltra tuvo que hacer las maletas a finales de noviembre y el club recurrió a la solución más económica apostando por Luis Carrión, del filial. El Córdoba apenas ha logrado enderezar el rumbo y, ante el Alcorcón, frenó una racha de ocho partidos seguidos sin ganar en casa. Aun así, es el peor local. El desencanto de la afición es patente y en el club solo se habla de lograr la permanencia. Para ello, ganar al Zaragoza es clave: «Es un equipo grande que siempre aspira a ascender y que debería estar en Primera. Tiene grandes jugadores, pero es verdad que en ocasiones han sido bastante irregulares», decía ayer Carrión sobre el Zaragoza. Claro que, para irregularidad, la del Córdoba. De ahí sus apuros.