La jornada europea de selecciones estuvo marcada por la rebelión de los modestos. Los tropiezos de Francia, Italia, Portugal y Holanda ante equipos de segunda y tercera fila les complica más de lo previsto la ruta hacia el Mundial de Alemania. El panorama es más sombrío para el actual campeón de Europa, Grecia, que sigue sin conocer la victoria tras el empate en Ucrania (1-1).

Portugal dio por ganado el partido contra Liechtenstein antes del descanso, con goles de Pauleta y Hasler en propia puerta, y se encontró con la desagradable sorpresa de verse arrollada en el segundo tiempo (2-2) por uno de los últimos de la clase, un equipo que representa a un país de 33.000 habitantes y que nunca había conseguido un solo punto en una fase de clasificación para un Mundial.

Italia perdió el primer puesto del grupo 4 después de su derrota frente a Eslovenia en Celje (1-0). En la vuelta de Totti al equipo después de su expulsión de la Eurocopa, una conformista selección italiana se vio sorprendida por un cabezazo de Bostjan Cesar cerca del final. "No se puede perder un partido como éste, pero no se debe hacer un drama", declaró un apesadumbrado Lippi

Metamorfosis sin éxito

El proceso de renovación de Francia complica su clasificación con el paso de las jornadas. Otro empate en casa ante Irlanda (0-0), tras el de Israel, compromete el futuro del equipo de Domenech. "La gente se pregunta qué nos ocurre, pero deben comprender que estamos transformando completamente el equipo y sus sistemas", dijo Pires.

Holanda también se durmió en Macedonia, donde acabó empatando (2-2) tras haberse adelantado dos veces. "Cuando un equipo como Grecia gana la Eurocopa, nosotros tenemos derecho a pensar que podemos estar en Alemania", declaró el centrocampista macedonio Krstev. Macedonia ocupa el puesto 92º en la clasificación de la FIFA, mientras que Holanda es quinta.