José Antonio Aranda, el joven seguidor zaragocista herido en la final de la Copa del Rey disputada por el Zaragoza ante el Real Madrid el 17 de marzo en Montjuïc, ya descansa en su casa. Ayer por la tarde y antes de lo previsto en un principio, los doctores del Hospital Clínico de Zaragoza le dieron el alta médica y, casi un mes después, pudo volver a dormir en su domicilio del barrio de Las Fuentes.

Aranda, que sufrió un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de la brutal caída al foso del estadio barcelonés, fue ingresado en un primer momento en el Hospital Clinic de Barcelona, donde estuvo trece días en la UCI y cinco más en planta para ser trasladado a Zaragoza el 3 de abril.

MEJORIA NOTORIA Su mejoría en esos momentos ya era notoria y ha ido progresando en los días en que ha estado en el centro hospitalario zaragozano. Allí recibió la visita de varios jugadores de la plantilla del Zaragoza con la Copa del Rey --le regalaron un balón y una camiseta-- y el pasado miércoles tuvo un merecido homenaje en la II Gala del zaragocismo. Ayer, por fin, volvió a dormir en su casa, poniendo fin a una dramática experiencia que ha superado para alegría de toda la afición del Zaragoza.