Pese a ser el máximo goleador del equipo esta temporada, Javier Arizmendi no se siente feliz por ese dato. Tiene sus razones y lo sabe. Cinco goles son pocos. Lo son para él, sobre todo demuestran que el equipo no ha funcionado. "Somos varios los jugadores que llevamos goles y eso es lo importante. No es una marca buena, está claro, pero hay que pensar en que lo debe prevalecer en este momento es lo colectivo. No me ilusiona ser el máximo goleador del equipo con cinco goles, la verdad", dijo ayer el madrileño, que se mostró firme respecto al encuentro del sábado. "La situación nos exige tomarnos el partido como una final. Si ganamos dejaríamos esa plaza en el filo en la que llevamos tanto tiempo, adelantaríamos al Málaga y seguiríamos tomando ventaja sobre los de abajo. Daríamos un paso grandísimo".

Las dudas se generan por la irregularidad del equipo en algunos partidos. "Hemos hecho mejores partidos contra buenos equipos como Sevilla o Valencia, pero lo más importante es que, sea el que sea, ganando este partido damos un paso enorme. No cabe lugar para la relajación. Hay que afrontarlo como lo que es: una final". Lo será ante el Málaga, con el que ya se han enfrentado en tres ocasiones esta temporada. "Hemos cambiado mucho, sobre todo nosotros. Han sido partidos muy broncos, nada divertidos ni para nosotros ni para la gente. Esperemos que cambie".