No será lo mismo que el año pasado, o al menos eso parece viendo cómo llegan los españoles al Abierto de Estados Unidos que hoy comienza en las instalaciones de Flushing Meadow, en una Nueva York enloquecida con la convención republicana. No parece que Juan Carlos Ferrero pueda igualar el resultado del 2003, cuando alcanzó la final del torneo ante el estadounidense Andy Roddick.

Esta vez, las cosas son muy diferentes. El valenciano aún no ha salido del bache que ha arrastrado durante toda la temporada por sus lesiones y enfermedades, que le han llevado del tercer puesto al octavo, y aún puede perder más puestos si no defiende los 1.000 puntos que ganó el año pasado como finalista.

El panorama no es tampoco esperanzador para el resto de la armada española. En los últimos 18 torneos que se han jugado desde la final de Roland Garros, el pasado mes de junio, sólo Rafael Nadal --que volvía tras una lesión de tres meses-- ha conseguido ganar un título al imponerse en Sopot (Polonia). El resto llega a Nueva York con muchas dudas sobre sus opciones en un torneo cuyo último ganador español es Manuel Orantes (1975).

UN CUADRO COMPLICADO De todos ellos, Carlos Moyá parte como favorito. El mallorquín es el tercer cabeza de serie y el español que mejor temporada está haciendo. Moyá, que debutará ante el desconocido estadounidense Brian Baker, tiene como principales rivales al argentino Gastón Gaudio y a los británicos Greg Rusedski y Tim Henman antes de acceder a las semifinales, donde podría cruzarse con Roger Federer o Andre Agassi.

Ferrero también tendrá un camino difícil para volver a jugar la final. El valenciano debutará ante el checo Tomas Zib, pero en su zona del cuadro aparecen posibles rivales como el sueco Johansson, el alemán Schuettler, el ruso Marat Safin, el catalán Tommy Robredo y el estadounidense Andy Roddick, campeón el año pasado, que se debería cruzar con él en semifinales.

Roddick, precisamente, vuelve a ser el gran favorito de las apuestas al título. El estadounidense está preparado para repetir éxito en un escenario que es mágico para él. Pero en su camino le esperan siete rivales dispuestos a impedirlo. En el último peldaño podría esperarle el suizo Roger Federer, número 1 del mundo. Federer y Roddick se enfrentaron por última vez en la final de Wimbledon, donde el suizo le dio una lección de tenis. "Aquí espero que no se repita. Yo me siento más a gusto en esta superficie", ha comentado el estadounidense. De todas formas, las estadísticas no le favorecen. En las ocho ocasiones que se han enfrentado, Federer ha ganado siete partidos. Todo un aviso.