El central castellonense comunicó ayer de forma oficial que no seguirá en el Zaragoza después de que lleve una semana en Israel a la espera de rubricar su nuevo contrato con el Beitar. Arzo tenía una cláusula en su contrato por la que podía desvincularse del Zaragoza si le llegaba una oferta superior a lo que tenía previsto cobrar en el club aragonés, que al seguir en Segunda suponía un salario en torno a 120.000 euros. Aunque la entidad zaragocista se reservó un derecho de tanteo si igualaba lo que fuera a cobrar Arzo en su nuevo destino, al final eso no se ha producido y el club israelí hará oficial en los próximos días su fichaje. Arzo llegó en enero pasado tras desvincularse del KAA Gent belga y fue indiscutible tanto para Paco Herrera como para Víctor Muñoz, si bien para éste lo hizo como mediocentro pese a que su puesto natural está en el eje de la defensa.