La derrota del Real Zaragoza en Vallecas no cambia nada. Aquella utópica visión por ver al equipo codeándose entre las dos primeras posiciones se fundió en negro para pasar a un fragmento donde se aprecia con mayor nitidez el futuro más inmediato del conjunto zaragozano; seguir luchando y seguir ganando. Alberto Zapater lo sintetizó cual capitán que lleva la marca del brazalete en su brazo derecho: «Estamos con la misma confianza que antes del partido contra el Rayo. Siempre he dicho que hay que ir día a día, de fin de semana a fin de semana. Esto va a dar muchas vueltas. Todos se juegan mucho hasta el final. Primero solo podemos pensar en ganar al Almería», dijo Alberto.

El equipo ha llegado a esta recta final de alto voltaje en una situación privilegiada, sobre todo a tenor de las circunstancias que sobrevolaron al equipo en el primer tramo. «Hace tres meses hubiéramos dado lo que fuera por estar en una situación así», rezó el comandante blanquiazul. En las manos de los futbolistas zaragocistas se sostiene su destino. A base de triunfos, golpe tras golpe en la categoría se han ganado el derecho de ser dueños de su futuro: «Somos conscientes de que dependemos de nosotros mismos». Se trata de un momento para el pragmatismo. Son tiempos para vencer y avanzar; para caerse y, acto seguido levantarse, puesto que cualquier caída puede ser definitiva en una categoría que entiende del presente, que ignora todo logro pasado. «Cada partido que queda es muy importante, es una final, porque ahora ya no hay margen de error y están muchos equipos luchando por lo mismo. Hay que estar ilusionado por lo que viene en junio», aseveró Alberto Zapater.

En constante aprendizaje / El Rayo Vallecano se agigantó con los errores que cometieron los pupilos de Natxo González. Aquellos fallos individuales en defensa actuaron de verdugo para un Zaragoza que entendió bien su papel en suelo madrileño. Zapater explicó que el equipo necesita perfilar algunos aspectos en el tramo decisivo de una competición que está cambiando constantemente de piel: «Yo se lo he dicho a muchos chicos que estaban empezando en el primer equipo y lo estaban ganando todo. Les avisé que estaban viviendo lo mejor del fútbol que es participar, ser importante y ganar, pero habrá momentos en los que pierdas, es ahí hay donde hay que tratar de seguir con la misma mentalidad. Pensar que no se es tan bueno como cuando se gana ni tan malo como cuando se pierde», relató Zapater desde su experiencia.

El partido más relevante de la temporada es el del Almería. Luego el del Reus. Y así sucesivamente. Cada victoria es una zancada de cara al objetivo de acabar en la zona alta. «Para mí el siguiente encuentro es igual de difícil que el partido contra el Rayo. El Almería se lo está jugando todo», subrayó Alberto. Los andaluces llegan al borde del descenso, con una dinámica de siete partidos consecutivos sin vencer y un sinfín de números que ejemplifican su mala situación. Una simple contextualización, bien lo aprendió el equipo y el zaragocismo tras el varapalo frente al filial del Sevilla: «Las estadísticas a veces se rompen y el Almería es un equipo con futbolistas que podrían luchar por la promoción».

Alberto Zapater explicó ayer que el Real Zaragoza se ha ganado el derecho a depender de sí mismo para alcanzar las posiciones de mayor privilegio. Para lograr «un ascenso que todos deseamos», concluyó Zapater.