Tom Boonen, ciclista del equipo Quick-Step, fue acogido por todo lo alto en la presentación del pasado Tour de Flandes, como muestra de la pasión que los belgas sienten hacia el ciclismo y hacia sus campeones, donde siempre estará presente un eterno Eddy Merckx. Los aficionados que acudieron a la plaza recibieron con aplausos al belga, incluso su compañero de equipo, luego ganador de la prueba, Philippe Gilbert, se unió a la pequeña coreografía, que recordó a la usada por los aficionados islandeses para festejar las gestas de su selección de fútbol en la Eurocopa del año pasado.

ESPECIALISTA EN LAS CLÁSICAS

Boonen siempre se ha caracterizado por su punta de velocidad y su talento en las clásicas. En su extenso palmarés, destacan las cuatro victorias en la París-Roubaix y las tres en el Tour de Flandes, aparte de haberse convertido en campeón del mundo, en Madrid, en el 2005. Asimismo también ha llevado el jersey amarillo en la ronda francesa.

El final de la carrera en la élite del ciclismo de Tom Boonen está muy cerca. La próxima París-Roubaix será la última prueba profesional y de allí los homenajes que está recibiendo. El domingo pasado una avería le privó de pelear por los lugares de honor de Flandes y en el 'Infierno del Norte' buscará una quinta victoria.

El lunes, una vez recuperado del esfuerzo de Roubaix, Booneniniciará una nueva etapa en su vida profesional. Colgerá la bici y se pondrá al volante de una firma de coches deportivos que lo ha contratado como imagen de la marca.