No es la primera vez que los atletas que acuden a entrenar a las instalaciones del estadio Corona de Aragón, el Centro Aragonés del Deporte en Zaragoza, sufren el acoso de los amigos de lo ajeno. Varios deportistas ya habían trasladado meses atrás sus respectivas quejas por la pérdida de diversas pertenencias que fueron depositadas en sus taquillas antes de salir a ejercitarse. Un suceso que atenta contra la práctica deportiva y que, según los afectados, es una circunstancia que se ha repetido en diversas ocasiones a lo largo del tiempo.

Toni Abadía puso el grito en el cielo tras notar que faltaban cosas entre las pertenencias que había en su taquilla. «Mi compañero de entrenamiento, Fernando Gil, metió las cosas conmigo y le robaron 85 euros. A Carlos Mayo le desaparecieron 90 euros y otro compañero, Eduard Peralta, también sufrió una incidencia similar». Algunos atletas hacen hincapié en que este problema se ha repetido de forma esporádica tiempo atrás. Entre los hurtos ha habido móviles e incluso algún ordenador portátil. «Nosotros siempre hemos transmitido las quejas de lo que nos ha sucedido», relata Toni Abadía.

El corredor de Adidas Carlos Mayo también ha sido uno de los damnificados por lo acontecido en el anterior fin de semana. Como es costumbre, todos dejaron sus pertenencias en las taquillas. El mecanismo de estas se basa en introducir una moneda de un euro para liberar la llave y dejar el compartimento a buen recaudo. «Teníamos las cosas en dos taquillas, y en cada una desapareció dinero», explica Mayo.

De esta serie de sucesos no tenían ayer constancia las correspondientes autoridades del Gobierno de Aragón. Fuentes autonómicas aseguraron que, por el momento, no conocían que se hubiera producido desaparición alguna de objetos y dinero de las taquillas. Apuntaron que el último caso del que tenían confirmación fue un móvil que desapareció hace unas semanas en las instalaciones pero bajo otro contexto del denunciado, ya que el aparato fue extraviado y no extraido de una taquilla.

Las respectivas autoridades vinculadas al recinto deportivo explicaron que si se produce alguna queja más formal valorarán tomar medidas serias al respecto. Por el momento, actuarán con cautela ante los acontecimientos. El objetivo, que el estadio Corona de Aragón sea seguro y, si es necesario, se pongan las herramientas disponibles para tratar que estas acciones punibles no vuelvan a suceder en el interior del complejo deportivo.