El Atlético de Madrid arrancó la temporada con una cómoda victoria por 2-0 ante el Málaga. Los rojiblancos, que evidenciaron un renovado gusto por el fútbol de toque, no desaprovecharon las numerosas facilidades que les concedieron los andaluces para sumar los primeros tres puntos. El técnico rojiblanco, César Ferrando, ha insistido a sus pupilos en la necesidad de tocar con sentido y paciencia el balón, en desterrar el pelotazo, argumentos que ayer beneficiaron a los madrileños ante un rival que demostró carecer de la menor vocación ofensiva. La fortuna que tan favorable le había sido al equipo de Manzano durante el encuentro decidió abandonar a los malacitanos en el peor momento, los instante finales de la primera mitad y los iniciales del segundo tiempo, lo que no desaprovechó el Atlético para anotar dos goles con los que sentenciar el encuentro: el primero fue obra de Calatayud en propia meta, y el segundo de Torres. Los rojiblancos pudieron aumentar la diferencia por medio de Salva, que no supo culminar un centro de Ibagaza a dos minutos del final.