Unos cuantos errores claves en defensa y la efectividad en ataque del Olympiacos doblegaron al Atlético de Madrid en su estreno de esta temporada en la Liga de Campeones (3-2), la primera derrota del curso para un equipo con altibajos en Grecia, lejos de la fiabilidad que acostumbra siempre en la Liga. Es inusual que el conjunto rojiblanco, ayer de amarillo, reciba tres goles, más aún cuando dos de ellos llegaron en la primera media hora y cuando cada uno de esos tantos fue facilitado por algún fallo defensivo de una zaga de una firmeza incuestionable, como también es poco frecuente tanta puntería del equipo griego, intenso y concreto en ataque.

Esa fue la diferencia del partido, con un resultado que aumenta las obligaciones del Atlético para el resto de jornadas del grupo, con el Juventus en el horizonte, el 1 de octubre en el Calderón, y con tres puntos en juego necesarios para mantener las máximas opciones de acceder a los octavos de final.