El Atlético de Madrid recuperó el buen fútbol, probablemente el mejor de la temporada, ante un triste Deportivo y se hizo con la victoria. El cuadro gallego explicó ayer sobre el césped del Calderón el porqué de su eliminación en la Liga de Campeones sin marcar un solo gol. En el Atlético brilló Torres y, de nuevo, los dos centrales, Pablo y el colombiano Perea, éste extraordinario.

El Atlético de Madrid dominó el primer tiempo desde su inicio con ocasiones de Salva y Luccin, éste de falta, hasta que llegó el gol de Antonio López, en el minuto 27, que recibió, sólo, un pase de Fernando Torres dentro del área del Deportivo y batió por bajo a Molina.

El Deportivo se estiró un poco y tuvo más el balón, pero Sosa y Luccin impidieron que los jugadores de Irureta crearan peligro. Sólo en una falta sacada por Víctor cruzó el balón el área de Franco sin que nadie fuera capaz de rematar. Fue la mejor ocasión del club gallego cuando se acababa el primer tiempo. No mejoraron su juego los visitantes en la reanudación y las decisiones arbitrales, más bien la falta de ellas, hizo que el público despertara.

Tanto los aficionados como los jugadores del Atlético protestaron primero una mano de Mauro Silva y un posible penalti de Andrade a Torres en una gran jugada de la estrella de Ibagaza. Fueron los mejores minutos de los rojiblancos, con Torres espectacular en velocidad y en el control, pero sin definición en los últimos metros. Los mejores momentos del Atlético en la presente campaña.

Scaloni salvó el segundo gol local al despejar sobre la línea un sobresaliente remate de cabeza de Pablo a la salida de un saque de esquina. Los tímidos ataques deportivistas del final quedaron frustrados por la gran defensa de los atléticos, en la que Perea y Pablo se sobraron y bastaron una vez mas para dejar a cero el marcador de su rival en el Calderón.

HOMENAJE A SIMEONE El colofón al mal partido del Deportivo lo pusieron sus delanteros cuando, con el tiempo cumplido, solos en el área, ni Munitis ni Scaloni ni Tristán, completamente libre de marca, fueron incapaces de rematar bien un balón que cruzó varias veces delante de la portería local.

Por otra parte, antes de comenzar el choque de ayer, el Atlético de Madrid tributó un pequeño homenaje a Diego Pablo Simeone, quien recibió la insignia de oro y brillantes del club de manos de su presidente, Enrique Cerezo. Desde minutos antes de que el jugador argentino hiciera acto de presencia sobre el césped del Calderón, acompañado por sus tres hijos, el Frente Atlético, grupo radical del cuadro atlético, ya coreaba una de las frases que más se han escuchado en las gradas y tribunas del estadio en su historia: "ole, ole, ole, Cholo Simeone", al que finalmente se sumó, puesto en pie, todo el público que le dio una gran ovación. Simeone, de 34 años, comenzó jugando de titular esta temporada, pero, poco a poco, fue perdiendo su sitio en el once inicial y, primero, fue suplente y desde hacía más de un mes no entraba en las convocatorias de Ferrando. Ahora, el Cholo , el jugador que en más ocasiones ha sido internacional con Argentina (106) regresa a otro de sus clubs favoritos, el que quería de niño: el Racing de Avellaneda.