Un partido muy serio y un 0-0 sin demasiados sobresaltos solucionó el primer puesto del grupo A de la Liga de Campeones a favor del Atlético de Madrid, que frenó la ambición de la Juventus con una incontestable fiabilidad defensiva, un encuentro muy práctico y un empate que en ningún momento vio peligrar a pesar de que los italianos todavía no estaban clasificados.

El duelo comenzó sin tregua, con un cuarto de hora frenético, entre el descontrol y la ambición de dos equipos conscientes de la dimensión de un partido grande, pero que decayó después. Hasta el descanso el Atlético aguantó bien. Muchos amagos de la Juventus, unas cuantos centros sin rematador de Andrea Pirlo, alguna carrera de Tévez y la respuesta siempre fiable rojiblanca por arriba y por abajo, incluido Moyá, oportuno para repeler un leve toque de Fernando Llorente.

Ya en la segunda mitad, un córner directo de Gabi contra el poste reafirmó la buena sensación del Atlético como también la insustancial acumulación de toques de su adversario, hasta que el conjunto de Allegri dio un paso adelante, transformado en un par de ocasiones: un zurdazo de Arturo Vidal y un derechazo de Paul Pogba, despejados por Moyá. A partir de ahí los rojiblancos, con su implicación defensiva como prioridad, sacaron un empate suficiente para avanzar como primeros de grupo a los octavos de final, donde también estará la Juventus.