Luther Blisset, un delantero jamaicano que alcanzó fama en el irreverente Watford presidido por Elton John en los años ochenta con un espectacular salto de la Cuarta División a la Premier League en cuatro años consecutivos, está atrapado en Internet, o al menos su nombre. Blisset es un ídolo todavía en Vicarage Road, un estadio vendido en los tiempos de precariedad y con capacidad para 22.000 espectadores, y la página web del club inglés invita a la compra de una camiseta con su cara serigrafiada en la pechera. Lo mismo ocurre con otros ilustres de los Hornets como John Barnes y Graham Taylor, el entrenador que obró el milagro de los eléctricos ascensos mientras su presidente tocaba el piano por los escenarios del planeta al ritmo de Rocket Man . Elton John dejó el cargo del equipo al que iba a ver de niño de la mano de su padre cuando llegaron los malos tiempos (la quiebra de ITV), pero ha anunciado un concierto para el 18 de junio del 2005 con la intención de recaudar el dinero que permita la recompra del campo.

El futbolista fue el primer negro en marcar un gol con la selección inglesa y consiguió ser el máximo realizador de la Premier en la temporada 82-83. El Milan, deslumbrado por su puntería, lo fichó de inmediato, pero la afición neofascista del calcio la tomó con el color de su piel en una inexcusable persecución racista. El muchacho añadió, además, un juego nefasto, acompañando en el descenso al club rossonero , del que se fue para no volver. En Bolonia, la capital histórica de la izquierda italiana, recogieron su nombre como símbolo de unos de los fenómenos contraculturales más significativos e impactantes del pasado milenio. En 1993, cuatro estudiantes se refugiaron tras ese seudónimo (Luther Blisset) y aprovecharon la red en un movimiento antiglobalizador con claro apoyo a los alternativas culturales. Publicaron Q en 1999, una novela ambientada en el siglo XVI que vendió 100.000 ejemplares y fue lanzada por Internet. En pleno desconcierto por la falta de identidad física de sus autores, quienes más tarde crearían el proyecto Wu Ming, Umberto Eco tuvo que salir al paso para decir él no la había escrito.

El anarquismo internauta se llama Luther Blisset, como aquel espigado goleador de origen jamaicano del Watford.