El avance es lento, quizá demasiado, pero al menos, ahora mismo, es imparable. Y eso, sin duda, es una gran noticia. El deporte femenino está muy vivo, más que nunca, y sigue dando pasitos cortos, pero en la buena dirección. Se ha crecido en igualdad, en licencias, en el número de mujeres que practican algún tipo de deporte, bien sea federado o no, y uno de los aspectos más importantes es que se está progresando en concienciación a todos los niveles. Solo así se puede mirar hacia el futuro con optimismo en una fecha tan señalada como este 8-M, con la colaboración y el trabajo de todos.

Sin embargo, aunque la brecha se está cerrando, sigue siendo demasiado grande y requiere del compromiso de los distintos estamentos implicados para reducirla a la mínima expresión. Los datos denotan que se está marchando en la buena dirección. Según los números ofrecidos por el Consejo Superior de Deportes (CSD), por primera vez en Aragón, en el último estudio, que data del 2017, el número de mujeres federadas en cualquier deporte superó la barrera de las 30.000 (32.629), pero todavía se está muy lejos del de hombres, que es de 115.223 en total.

Es decir, que de las 147.852 licencias, solamente el 22% corresponde a mujeres, y la tendencia en la comunidad es muy similar a la del resto del territorio nacional (22,3%). Al menos existe un aumento de participantes en edad escolar, de benjamín a cadete. El incremento es lento pero seguro cada año y la diferencia entre sexos se reduce, pero todavía no lo suficiente.

Programas y medidas / El dato es malo en términos absolutos por la enorme diferencia existente, pero es esperanzador. Desde el 2009 se ha pasado de 19.580 mujeres federadas, un 13,6% del total, a las más de 32.000 actuales y con un porcentaje bastante más relevante. Además, en cada año ha crecido un poco salvo un pequeño receso en el 2015, lo cual es una buena noticia.

En el 2015, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España, en colaboración con el CSD, elaboró un informe con información relativa a los hábitos y prácticas deportivas de los españoles que resulta esperanzadora en cuanto al incremento de actividad física por las mujeres, ya que, en cinco años, en Aragón se pasó de un 28,1% de mujeres que practicaban algún deporte una vez por semana a un 37,1%. A nivel nacional, el aumento fue mayor, del 28,8% al 42,2%. Es decir, que el deporte interesa a las mujeres cada vez más.

Sí que hay más igualdad en otros aspectos, como en el número de deportistas de alto rendimiento, que es muy similar aunque ligeramente superior en los hombres (125 por 110), o en la cuantía de las ayudas, pero el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad en la preparación técnica de equipos y deportistas aragoneses en sus niveles más altos de competición es insignificante. Son más los hombres que poseen los cargos más elevados en clubs y entidades y, en cuanto a las juntas directivas de las federaciones aragonesas, solo 6 de 50 son mujeres y 11 ocupan la vicepresidencia. Ahí queda muchísimo por mejorar.

De todos modos, se está trabajando a todos los niveles en materia de igualdad y los diferentes estamentos implicados en la actividad deportiva son conocedores de que es un proceso lento, costoso, que requiere de mucho trabajo y de una concienciación social muy importante que poco a poco se está consiguiendo.

El Gobierno de Aragón impulsó el primer Plan Promoción Igualdad Oportunidades entre Mujeres y Hombres en el Deporte Aragonés, mientras que el Consejo Superior de Deportes, aparte de muchas otras medidas, obligó a todas y cada una de las federaciones a crear comisiones de mujer y deporte y el Ayuntamiento de Zaragoza, cuando firmó el convenio con los clubs de fútbol, les obligó a tener al menos un equipo femenino en un plazo de tres años. La educación, el trabajo constante y los planes concretos trabajan por la igualdad, pero queda todavía mucho camino por recorrer.