El nombre permanece, pero todo lo que la rodea ha cambiado. La Baja conserva el prestigio que la ha dado a conocer, a lo largo de sus 21 ediciones, por todo el planeta. Sin embargo, la prueba encierra este año varias novedades con el objetivo de aumentar el espectáculo y dotar de mayor atractivo a esta aventura por los caminos de tierra aragoneses. El campeón de la pasada temporada, el francés Luc Alphand, faltará a la cita por el cambio de fechas del Rally de Capadocia (Turquía), que comenzará apenas tres días después de que finalice la Baja y que también ha propiciado la ausencia de otros pilotos destacados como Jean Louis Schelesser o Josep María Serviá. En cambio, la competición de motos promete un duelo ya habitual entre dos campeones natos y que cuentan en su palmarés varias veces con el título de la carrera aragonesa: Nani Roma e Isidre Esteve, vencedor éste último en 2003.

La Baja estrena formato después de que se decidiera dividir la prueba en dos días de carrera, viernes y sábado, con un total de 1.100 kilómetros de recorrido, 800 cronometrados, excepto los inscritos en la clase Trofeo Nacional. Una vez que los participantes superen hoy las verificaciones de rigor, desde las 14.00 hasta las 20.00 horas en el Príncipe Felipe, mañana afrontarán la etapa prólogo, cuyos resultados darán lugar al orden de salida de la propia carrera el viernes. Esta primera toma de contacto se desarrollará a lo largo de 10 kilómetros en la zona de Monflorite. La Baja vuelve así a tierras oscenses después de varias ediciones sin atravesar esta región.

EN LAS TRES PROVINCIAS Los itinerarios de la carrera discurrirán por la zona sur de Zaragoza y el norte de Teruel. Durante la primera jornada, tanto los coches como las motos deberán completar 368 kilómetros, en un bucle cronometrado de 160 a cubrir en dos ocasiones. El sábado, la distancia aumentará hasta los 535 kilómetros -480 cronometrados-, tras pasar dos veces por un recorrido de 240 kilómetros sin ninguna asistencia. El nuevo sistema de la prueba concede una importancia fundamental a la seguridad de los pilotos, por lo que en la presente edición los coches y las motos no coincidirán en carrera. Además, el hecho de que en las dos jornadas se cubra dos veces el recorrido y entre ambas haya un tiempo para descansar elevará el ritmo de la competición y la exigencia. Así, el ganador no sólo deberá ser el más rápido, sino también el que mejor sepa mantener su vehículo en el mejor estado posible.