Después de meses de incertidumbre, de negociaciones y rupturas, la Baja España Aragón se disputará, con toda probabilidad, del día 21 al 25 de julio con dos importantes novedades: la extensión de la competición a dos jornadas y la ampliación del recorrido hasta completar mil kilómetros de prueba. La prólogo se disputará en Huesca, mientras que las otras dos jornadas pasarán por las provincias de Zaragoza y Teruel. Además, la Feria de Muestras de Zaragoza será el centro de operaciones logísticas y la cuota de inscripción aumentará una media del 13% para paliar las deficiencias presupuestarias de la prueba. El presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, compareció ayer en rueda de prensa para explicar estas novedades y ofrecer su versión de lo sucedido con la Baja en los últimos meses.

Gracia afirmó comprender la labor de los representantes institucionales. "Todos hubiéramos hecho lo mismo en esa situación, hay que entender la falta de presupuesto con la que cuenta el ayuntamiento", aseguró, aunque también denunció lo que entiende como un incumplimiento del contrato a tres bandas que la RFEA firmó en 1994 con el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza. En función de ese contrato, la Baja debía recibir 25.000.000 millones de las antiguas pesetas en cada edición, cantidad que no se ha cumplido.

El presidente de la española explicó las diferencias habidas con el consistorio zaragozano. "La Baja del 2004 peligró desde la conclusión de la anterior edición, produciéndose desde entonces un auténtico culebrón", dijo Gracia, que afirmó no querer cargar ni contra las instituciones ni contra los políticos.

"Pese a las buenas palabras recibidas del ayuntamiento, el 10 de diciembre, Luis Pastor nos confirmó el recorte presupuestario y la coincidencia en fechas con el Europeo Júnior de baloncesto, con lo que la Baja podría peligrar", narró Carlos Gracia, que el 10 de enero recibió una carta de Zarademu en la que le explicaba que el recientemente aprobado presupuesto municipal no contemplaba ninguna partida para eventos de carácter nacional.

"En ese momento sabemos que la Baja no se va a celebrar porque entendemos que hemos sufrido un desplante del ayuntamiento", continuó el presidente, añadiendo que, incluso, recibió ofertas desde Portugal para organizar el evento. Pero Pedro García Villamayor le aseguró que no quería que la Baja saliera de Aragón y, el 8 de febrero, Juan Alberto Belloch le prometió cumplir el contrato vigente.