La columna vertebral del Rótulos Plasneón de Segunda Nacional se retiró el año pasado del balonmano en activo haciendo el triplete. Estos dinosaurios del deporte dejaban de ser el terror de las defensas contrarias. "Ganamos la Copa, la Liga y la Supercopa y nos fuimos del balonmano como los toreros: por la puerta grande", explica con gracia Chuchi Gómez Pitarch.

Carmelo Postigo, Paco Poblador, Javier Ariño y el propio Gómez Pitarch tienen muchas cosas en común. Son de la misma quinta y vivieron en primera persona los mejores años de Helios cuando subió a la máxima categoría. "Mis mejores años los pasé en Helios, del año 77 al 82", recuerda Gómez.

Hace cuatro años, cuando el proyecto del Garbel se vino al garete en la liga Asobal al fallarle el patrocinador, el actual núcleo duro del CAI Balonmano Aragón decidió dar un paso adelante. "Nos metimos en el ajo con el Rótulos Plasneón. Olvido de Miguel era la presidenta y aportaba el respaldo económico y nosotros cuatro ofrecimos nuestra experiencia", indica Carmelo Postigo. Ahora forman parte de la junta directiva del cuadro de la División de Honor B.

Un triunfador

Postigo tiene 46 años y triunfó en el balonmano profesional. "Fui lateral izquierdo del Calpisa de Alicante y del Teka de Santander. Con este cuadro fui subcampeón de la Recopa y ganador de la Copa del Rey. Lo malo es que nunca fue internacional absoluto. Estaba de seleccionador Cruz Mari Ibero". Después jugó en el TDN de Monzalbarba. "Estuvimos en la Primera División tres años. Ese equipo fue el sucesor del posterior Casablanca y el Garbel", dice Postigo. Cerró su trayectoria jugando 11 temporadas en el Rótulos Plasneón de Segunda.

Chuchi Gómez Pitarch es locuaz, simpático y no puede vivir sin el movil. Es, con 48 años, el veterano de estos cuatro magníficos del balonmano. El alevín del grupo es Javier Ariño, un dentista de 45 años. Postigo trabaja de ingeniero técnico, Gómez es abogado y Paco Poblador es economista, asesor fiscal y administrador de fincas.

Ariño lleva la parcela deportiva. "Si nos respetan las lesiones, al final de la temporada estaremos en la Asobal", afirma. Ariño jugó de extremo en sus mejores años. Postigo también tiene la misma misión que su amigo en el CAI. "Se pierde mucho tiempo y dinero de nuestro bolsillo. Mi fin de semana es balonmano, balonmano y balonmano". Postigo es uno de los coordinadores del POCI (Programa de Observación Cadete e Infantil) y entrena a un equipo cadete del Moncayo.

El futuro

Paco Poblador, secretario y tesorero del club, tiene muy claro cuáles son las miras de CAI Balonmano Aragón. "Nos tenemos que mirar en el espejo del Portland. En el 2008, el año de la Expo, tenemos que jugar la Liga de Campeones", explica Poblador, que fue el portero del gran Helios y campeón de España infantil y juvenil con Corazonistas. Gómez Pitarch tiene una opinión crítica de la singladura del CAI en la primera parte de la campaña. "La plantilla tiene mucha calidad, pero le falta ambición y agresividad. Hay que arrollar en los partidos y ganar por 15 goles en vez de por 5".

Poblador, Postigo, Gómez y Ariño tienen un último punto en común. Sus hijos practican un deporte que no puede ser otro que el balonmano. Los dos niños de Poblador juegan en Corazonistas y Cristian Postigo es uno de los líderes del Moncayo cadete. "Es bueno en ataque, pero al no tener mucha altura, no juega de central", explica Postigo.

El hijo de Ariño, que tiene diez años, juega de central en Coras . "Es mejor que su padre", confiesa. Por último, a Jorge Gómez, le llaman la Araña negra en el equipo cadete de Moncayo. "Mi hijo es un portero muy bueno y exigente consigo mismo. Le encanta el balonmano y con los estudios es el primero de la clase". Es el hijo perfecto para el vicepresidente del CAI.