El Balsas Picarral aguantó el temprano gol de Sancho, tras jugar con diez hombres casi todo el encuentro. Al cuarto de hora de encuentro Serrate vio dos amarillas en menos de dos minutos y los pupilos de Toño Blasco jugaron con diez el resto del encuentro. No obstante, su excelente comportamiento en labores defensivas, ayudado por el gran estado de forma física que atraviesan, le permitieron a los zaragozanos mantener la portería a cero. Pero el Balsas no solamente se limitó a aguantar las acometidas del Izarra sino que, incluso, lanzó peligrosos contragolpes. Prueba de ello es que Orta tuvo dos ocasiones claras para haber ampliado la ventaja.