El Balsas Picarral desperdició un penalti a cinco minutos del final, lo que le podía haber dado el triunfo ante un rival flojo y ante el que se perdió una magnífica oportunidad para haber logrado los tres puntos.

El Balsas, que tenía siete bajas de jugadores titulares, no dio la talla con jugadores suplentes que tampoco justificaron sus reivindicaciones de poder jugar más minutos, no tanto porque las cosas salieran mejor o peor, como porque no tuvieron el espíritu necesario para afrontar el choque. En lo deportivo, el Balsas dominó, se adelantó en el marcador, pero se dejó empatar ante un Arenas que no jugó bien, y la amarga guinda la puso el penalti.