El Barcelona se bastó de unas simples pinceladas de calidad en el primer tiempo para imponerse por 1-2 en su visita al campo del Getafe. El cuadro catalán calculó bien su renta y guardó su portería con acierto en una segunda mitad en la que los madrileños dispusieron de un puñado de clarísimas ocasiones, que les pudieron haber permitido, al menos, empatar. Por una ocasión, el cuadro barcelonés fue más práctico que espectacular, fórmula que le sirvió para sumar en su marcador tres puntos más que le mantienen una jornada más sin peligro en el liderato de Primera División.

No deleitó el conjunto catalán con su juego, ni sus estrellas ofrecieron detalles dignos de recordar como hace una semana frente al Real Madrid, ni tan siquiera los goles azulgranas respondieron al imaginativo trenzado de otras ocasiones, circunstancias, todas ellas, que no impidieron al Barcelona sumar los tres puntos con una cierta autoridad. Dominio que quedó reflejado en la efectividad rematadora exhibida por los azulgrana, que vieron cómo dos de sus tres primeros disparos a puerta acabaron en gol. Una estadística que pudo ser, incluso, más contundente de no ser por la actuación del exzaragocista Sánchez Broto, que evitó con una excelente intervención, a los seis minutos de juego, que acabara en gol un disparo del visitante Xavi, en la mejor acción colectiva de los azulgrana en todo el primer tiempo.

A LA MEJICANA Nada pudo hacer, por contra, el meta getafense en el lanzamiento de falta del mexicano Rafael Márquez, que puso a los veinte minutos el 0-1 al ejecutar un golpe franco. Un disparo que abrió un marcador que poco después volvería a moverse. Tampoco pudo hacer mucho Sánchez Broto ante el derechazo del portugués Deco, que culminó tres minutos después, en el 23, con el 0-2 una impresionante internada por banda izquierda de Xavi. Dos disparos y partido solucionado para el FC Barcelona.

Contundencia que amedrentó al Getafe, que durante la primera mitad careció del brío y la audacia necesaria, que añadir a su buena colocación sobre el campo. Algo que cambiaría completamente en la segunda mitad con la entrada en el campo de otro exzaragocista, el gaditano Yordi, y sobre todo, del veterano delantero rumano Gica Craioveanu. El balcánico, consciente de su cercana retirada, afronta cada minuto que le ofrece el técnico local Quique Sánchez Flores con el descaro de un juvenil. Una promesa cargada todavía de calidad, que no tiene miedo para pedir en cualquier situación la pelota, ni para combinar con cuanto compañero se le acerque para jugar.

ENGANCHADOS A GICA De este modo, el Getafe, enganchado al malabarista del veterano Gica Craioveanu, protagonizó un emocionante ejercicio futbolístico, que tuvo su culminación a los cincuenta y ocho minutos de juego, con un tanto (1-2), obra precisamente del delantero rumano, que no desaprovechó un mal despeje de Puyol para llevar la incertidumbre al marcador.

Un marcador que bien pudo moverse a favor de los madrileños que tuvieron en las botas de Yordi, Riki, Gabi en dos ocasiones, e incluso en un cabezazo del central Nano, oportunidades más que suficientes para empatar. Un posibilidad que acabó bruscamente a los ochenta y tres minutos de juego con la expulsión de Craioveanu, que en su último servicio al Getafe, pagó con una tarjeta roja su intento de frenar a Deco, que se encaminaba directamente hacia el gol, que finalmente no llegaría en ninguna de las dos porterías. Al final, tres puntos más para el líder.