El Universidad y el Barbastro empataron en un encuentro marcado por la polémica y en el que el árbitro fue el principal protagonista.

A lo largo de todo el partido --bastante flojo, por cierto--, el Universidad fue muy superior a un timorato y muy conservador Barbastro que en ningún momento del encuentro inquietó al meta local Aznar.

Pero todo esto se puede considerar como anécdota debido a un grave error arbitral, que sucedió en el último minuto de la primera mitad. El colegiado del encuentro señaló el punto de penalti indicando con gestos que fue por mano de un defensor del filial zaragocista.

DE MANO A EMPUJON Sin embargo, seguidamente consultó a uno de sus asistentes y éste le dijo que fue por un empujón, aunque en ninguno de los casos demostró saberlo, puesto que no sacó ninguna tarjeta.

En definitiva el Barbastro, sin haber llegado a puerta ni una sola vez en el primer tiempo, logró empatar y marcharse al descanso con el marcador igualado. La bronca fue buena y el festival tarjetero que resultó de esta circunstancia lo pueden ver aparte.

En la segunda mitad apretaron los locales pero Nogués, primero, y un defensa visitante después, salvaron a su equipo de la derrota en tiros consecutivos de Lopategui y Escalada en lo mejor de los locales.

Y nuevamente apareció la polémica. Se disputaba el minuto 73 cuando hubo un claro penalti sobre Escalada que fue derribado por detrás pero el árbitro, en lugar señalar el punto fatídico, lo que podía suponer la victoria local tal como se estaba desarrollando el encuentro, amonestó al jugador local por simular. Sin comentarios.

UN MINUTO DE SILENCIO En el apartado de incidencias, hay que decir que se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la madre de Joaquín Casanova, vicepresidente del Universidad-Zaragoza C.