Sergio Samitier nació para escalar los grandes puertos. Por eso el ciclista volador visualiza el ascenso del Stelvio. Muy probablemente el barbastrense debutará en una gran vuelta con el Movistar en el próximo Giro de Italia. Samitier sueña con llegar en cabeza a la cima Coppi de la próxima edición de la ronda transalpina con sus 2.758 metros, ascender en solitario por los interminables 25 kilómetros del gigante alpino que se retuerce por su vertiente este en 48 curvas de herradura.

Una gesta así la hizo el año pasado con el Euskadi-Murias en la Clásica del Ventoux atacando a 13 kilómetros de la cima. Después fue el rey de la montaña del Tour de los Alpes y atacó en los kilómetros finales de las Lagunas de Neila en la Vuelta a Burgos. Y remató este dinamitero escapándose durante los 45 kilómetros finales en la etapa de la Vuelta que acabó en el Santuario del Acevo. «Subo bastante bien los puertos y los últimos metros tengo ese punch de fuerzona que viene bien. Pero me cuesta en momentos de tensión meter los codos», dice.

No fue una sorpresa que Eusebio Unzué se fijara en este chaval de 24 años para formar parte del poderoso Movistar. El director del equipo navarro había fichado un diamante en bruto. Ya ha empezado a pulirse en el inicio de la temporada en las planicies australianas del Tour Down Under junto a Jorge Arcas. «Es la primera prueba del World Tour. Aquí hay mucho jabalí, mucho esprinter y mucho clasicómano y las etapas son para ellos. Me gustaría que fuera más dura porque no tiene grandes puertos. Hay mucha tensión, mucha velocidad y está siendo muy peligrosa», confiesa.

Samitier siempre tuvo presente en su mente el fichaje por el Movistar. «Siempre lo he querido desde que era sub-23 en el Lizarte. No fue una sorpresa puesto que lo tenía hablado con Unzúe, él me recomendó que hiciera dos años en el Murias porque era lo mejor para mi proyección».

La pretemporada

Su pretemporada ha sido muy tranquila. «Desde la Vuelta a España no he corrido nada. Acabé prontito el 15 de septiembre y he empezado más tranquilo que otros años. Con el poso del tiempo me he dado cuenta de que no hay que precipitarse, porque en enero puedes estar a tope y después se hace muy largo». Su objetivo lo tiene claro. «Quiero dar un paso más y a ver dónde llega este Sergio Samitier. En el Murias tenía mucha libertad y poca responsabilidad y en el Movistar es al revés. Al final son diferentes maneras de crecer», indica. Tras Australia competirá en Valencia, Murcia y Uruguay. «Después no sé si haré la Coppi y Bartali y la Vuelta a Romandía pensando en el Giro. Lo quiero enfocar todo pensando en la ronda italiana. Pero si no voy, no pasa nada».

Gracias a Jorge Arcas su adaptación a Movistar ha sido más cómoda. «Lo conozco de hace muchos años, somos grandes amigos y te explica los pequeños detalles. Como corredor es un fuera de serie y destacaría la capacidad que tiene de cuidarse los 365 días del año. Es un todo terreno, un gran profesional que podría estar 20 años en Movistar si quisiera».