El Barbastro lavó completamente su imagen e hizo ilusionarse a los pocos aficionados que se atrevieron a ir al campo. Los de Beltrán estuvieron a un gran nivel, olvidando anteriores decepciones, y llevaron en todo momento la voz cantante del encuentro, con un Raúl espectacular, a pesar de su juventud. Pasó los dos primeros goles y, en una gran jugada individual, marcó el tercero. Al ser sustituido se llevó una gran ovación de la grada.

En el primer periodo, a pesar del dominio, el Barbastro sólo pudo marcar un tanto, al finalizar Padilla una jugada de Raúl. El Alagón se mostró muy pasivo, viéndose desbordado en todas la líneas por el cuadro local.

En la reanudación, no hubo color. Los locales, plenos de confianza, dieron todo un recital ante un Alagón que no estuvo a la altura de las circunstancias. Los goles fueron llegando uno tras otro, y con los de Viladegut y Raúl todo quedó sentenciado, y más aún con la actitud que estaban dando los jugadores del Alagón. Los tantos de Jonathan y Torres en los minutos finales redondearon una goleada que eleva la ilusión de los locales, que ven como pueden luchar hasta el último momento por los puestos de privilegio.