Fue uno de los grandes premios más caóticos que se recuerda. Y no porque se corriese en Brasil, en Río o en el irregular y bacheado trazado de Nelson Piquet, sino porque los favoritos decidieron complicarse la vida en exceso, tanto Rossi (Yamaha) como Gibernau (Honda), que rodaron por los suelos en MotoGP donde se estrenó Tamada (Honda); como Dovizioso (Honda), líder del Mundial de 125cc, que debió de conformarse con el bronce en una carrera magistralmente ganada por Héctor Barberá (Aprilia); o Randy de Puniet (Aprilia), que perdió el liderado del campeonato de dos y medio a manos del novato más peligroso de todos los tiempos, Dani Pedrosa (Honda), que acabó pegadito a Poggiali (Aprilia) y precediendo a Toni Elías (Honda), que ayer sumó su tercer podio consecutivo.

CAMBIO DE HORARIO La jornada empezó por la categoría reina . Manda la audiencia europea y no era cosa de unir la carrera de MotoGP con la final de Eurocopa, por más descafeinada que ésta fuera. Así que todo empezó con los reyes , también ayer muy descafeinados. Caídos Sete y Rossi, Biaggi, que lideraba el grupo alternativo formado por Tamada y los oficialísimos de Honda, el joven Hick Hayden y el veterano Alex Barros, tenía la mejor oportunidad de su vida para acercarse a Gibernau y Valentinik en la clasificación del Mundial de MotoGP. Pero se asustó y prefirió no pelear hasta el final. Ganó Tamada, que corre en la misma escuderia de Sito Pons, aunque en estructuras separadas pues Supermax es Michelin y el japonés calza Birdgestone.

El japonés apretó los dientes en las últimas cinco vueltas y logró, de forma contundente, su primer triunfo en el Mundial. Nada más bajar del podio, visiblemente emocionado, con los ojos vidriosos, Tamada se detuvo ante los periodistas y dijo: "Quiero dedicarle este triunfo a mi amigo Daiijiro Kato, al que todos tenemos siempre en el recuerdo".

Sin japoneses pero con enorme igualdad se puso en marcha la carrera de 125cc en la que un prodigioso Héctor Barberá, al que le quemaba el cuello del accidente sufrido el sábado cuando la rueda delantera de su Aprilia pasó por encima de su cuello tras una espectacular caída, consiguió llegar a la última vuelta con posibilidades de victoria. "Tenía el cuello en carne viva y, al principio, me dolía horrores, pero me he dicho ¡que caray, hay que olvidarse del dolor! y, llegado el momento, ni me he acordado del vendaje".

Barberá afrontó la última vuelta detrás de Casey Stoner (KTM) y de Dovizioso y los fulminó a la vez, en una curva de izquierdas rapidísima, en la que el valenciano, como siempre, fue mucho más valiente que sus rivales. Muchos se acordaron entonces de la absurda caída sufrida, diez vueltas antes, por Jorge Lorenzo, que rodó por los suelos cuando iba en segunda posición.

Si Sete continúa igualado a 126 puntos con Valentino Rossi en la cabeza del Mundial de MotoGP, Barberá se acercó ayer peligrosamente a Dovizioso en el campeonato de 125cc, del que sólo le separan ya 16 puntos, menos de un gran premio cuando todavía restan 225 puntos.

PEDROSA, DE NUEVO Más sorpresas. Aprilia parece decidida a mimar a su campeón, Poggiali, que este año empezaba a tener la sensación de que la fábrica italiano prefería proteger a Porto, De Puniet, Fonsi Nieto o De Angelis, que a él.

Poggiali ganó ayer tras mantener un duro pulso con Dani Pedrosa, que corrió magistralmente y empezó a pensar, ahora ya sí, en el título de dos y medio . Para poder enfrentarse a Poggiali en las últimas vueltas, el pupilo de Alberto Puig debió de doblegar a un portentoso Elías, que sumó su tercer podio consecutivo. "Sé que todo el mundo piensa que puedo ganar este Mundial, pero yo sigo pensando que he de asentarme en la categoría, seguir aprendiendo. No tengo prisa por ser campeón de 250cc".