Va Griezmann al comedor de Messi. Lleva tiempo queriéndose sentar en la misma mesa que Leo y Cristiano, pero todavía no ha podido abrir la puerta de ese salón para ser acogido como uno más de ese selecto grupo de elegidos. Va Antoine a la casa de Leo, el Camp Nou, para intentar reenganchar al Atlético a una Liga dominada casi de inicio a fin por el robusto y consistente Barça de Valverde, elogiado más fuera que incluso dentro. El líder, sin embargo, no está para invitar a nadie a comer. Tiene tanto apetito que no deja migajas, ansioso como está de repetir el triplete del 2009 (Pep Guardiola) y 2015 (Luis Enrique).

Gobierna con ocho puntos de ventaja ante los soldados del cholismo, que tiene esta noche (20.45) su última oportunidad, mientras el madridismo se resigna («es lo que hay», dijo ayer Zidane) a sufrir un año en blanco. «Ni ganando al Atlético la distancia sería definitiva. Aquí se dice en enero que la Liga está sentenciada y aún queda media temporada», se apresuró a decir Valverde, quien espera que la aparición de Griezmann no altere el paisaje emocional del duelo que decidirá el campeonato. «¿Pitos a Griezmann? Yo quiero que el público esté con nosotros, no contra nadie», dijo Valverde.

Además lo sucedido el pasado martes en Villarreal sirve también como lección para el Barça. Y, por supuesto, para Valverde. «La mejor manera de preparar ese partido con el United es competir contra el Atlético», comentó el técnico, recordando que la intención de su equipo «es ganar porque no hay espacio para las especulaciones». Esos cuatro goles a Ter Stegen, quien jugó a gran nivel, avisaron al líder, que no quiere confiarse. No da importancia alguna a que Diego Simeone ni siquiera haya ganado al Barcelona en la Liga.

SIN DEMBÉLÉ / Al técnico le gustó usar esos cuatro tantos encajados, que rompieron una racha de fiabilidad en los últimos cinco meses, como anticipo de lo que es capaz el Atlético. «Es un equipo ordenado, que le gusta disfrutar del espacio a la espalda del rival. Engañosamente se dejan dominar y luego te saltan a la contra porque lo dominan muy bien ya que tienen grandes lanzadores como Koke y Saúl», recalcó el técnico azulgrana, quien ya dosificó el pasado martes a su columna vertebral: Messi, Rakitic y Piqué, que no jugó ni un minuto. contra el Villarreal.

No estará, sin embargo, Dembélé, a pesar de que ya ha comenzado a trabajar con el grupo. Pero es momento de no correr más riesgos con el delantero francés. Está descartado para hoy y «ya veremos», dijo Valverde, si reaparece el miércoles en Old Trafford contra el United. Es tiempo de prudencia y de esquivar hipótesis sobre el futuro de algunos jugadores, como el de Rakitic, a quien la directiva ya ve amortizado, o Umtiti, señalado y muy criticado por su mal partido en el estadio de La Cerámica. «Yo cuento con todos», aseguró Valverde.