A Ernesto Valverde le sobran jugadores. Y no uno, ni dos, ni tres. Así, ha pedido a los responsables de la secretaría técnica del club que pongan tanto empeño en tratar de buscar refuerzos de calidad como en propiciar la salida de los jugadores que no entran en sus planes. Y son unos cuantos.

La gira por Estados Unidos que hoy mismo da comienzo es vista como una buena oportunidad de poner en el escaparate a los futbolistas que se consideran transferibles. Y en ese grupo entran nombres con perfiles muy distintos: Rafinha, Aleix Vidal, André Gomes, Digne, Marlon Santos, Alcácer, Munir... Todos ellos forman parte de la expedición que se medirá al Tottenham, la Roma y el Milan. Un caso aparte es el del lateral Douglas, que se queda en tierra después de que el club cerrara ayer un acuerdo de cesión al Sivasspor turco durante el año que le queda de contrato.

Tampoco viajará a Estados Unidos Yerry Mina, que, como el resto de mundialistas, está todavía apurando sus vacaciones. La llegada de Clément Lenglet compromete seriamente las opciones del central colombiano de jugar minutos de calidad la próxima temporada, pese a que su deseo es seguir vistiendo de azulgrana. La idea inicial del club era proponerle una cesión, pero la revalorización que ha experimentado gracias a su buen papel en el Mundial aconseja un traspaso.

La salida más complicada es la de André Gomes, jugador por el que el Barça hizo hace dos años un esfuerzo económico considerable (35 millones de euros más otros 20 en variables) y que no ha dado ni de lejos el rendimiento esperado. El portugués es joven (24 años) y tiene buen cartel en Inglaterra e Italia.