Ya solo queda esperar a que el TAS se pronuncie, probablemente antes del 31 de este mes, y determine si el Barça no podrá fichar ni en el próximo mercado de invierno ni en verano o, por el contrario, levanta la sanción de la FIFA, parcial o totalmente, y autoriza al club azulgrana a incorporar nuevos jugadores. Esta es la situación después de que una delegación azulgrana declarara ayer ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Lausana, en una sesión que se alargó hasta entrada la tarde.

El Barça llegó a la ciudad suiza con una nutrida representación, comandada por Albert Soler, nuevo máximo responsable del área de comunicación y relaciones institucionales. Carles Folguera, director de La Masia, fue el primero en hablar y lo hizo durante dos largas horas. Posteriormente fue el turno de Esther Balmaña, directora de la escuela Lleó XIII, donde estudian la mayoría de residentes de La Masia. El tribunal estaba integrado por tres árbitros: el alemán Ulrich G. Haas, designado por la FIFA; el israelí Efraim, desigando por el Barça, y el suizo Petros Mavroidis, nominado por el TAS.

También hubo una representación de los jugadores, con Elohor Godswill, nigeriano de 19 años que juega de lateral derecho en el filial (llegó con 10 años procedente del Torreforta), y de Fabrice Ondoa, aterrizado de Camerún a los 14 años y que ahora, con 18, es el portero del equipo de Eusebio. Ambos hablaron de las bondades de La Masia.

Por la tarde, fue el turno de los juristas. Expusieron los argumentos de la defensa para intentar rebajar la sanción, que de confirmarse puede poner a la dirección deportiva en aprietos ante la imposibilidad de traer refuerzo alguno durante el 2015. Preveyendo esta situación, el Barça ya ha hecho una petición a la FIFA para que le autorice incorporar a un jugador como relevo de Vermaelen y ante la más que probable marcha de Montoya en enero.