Llegado a este punto, cansado ya de tanto estrellarse, al Barça solo le queda un camino. Ser valiente. No tiene ni debe, según Valverde, refugiarse en el corto 0-1 arrancado hace menos de una semana en Old Trafford. Es un partido que no da ningún título, pero sí serviría para desbloquear a un equipo zarandeado en Europa en los tres últimos años. La corona conquistada en el 2015 tiene cada vez más polvo y ahora, además, con la caída del Madrid en la Champions, el dueño del trono desde entonces, el camino se despeja aún más. Pero antes tiene que superar esa frontera de los cuartos ante el Manchester United (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones).

Hasta Ernesto Valverde, poco dado a utilizar ese lenguaje, se puso poético. Mientras el Manchester United de Solskjaer se ampara en el precedente del París Saint Germain donde remontó un 0-2, el técnico del Barcelona eligió Roma, aunque sin necesidad de citarlo. «Al final todos cogemos ejemplos de lo que nos ha pasado anteriormente y nos impulsan en el futuro», subrayó el Txingurri buscando la lectura positiva de aquella desgracia italiana. «Soy más partidario de que el destino lo debes escribir tú, no te viene dado por algo que te cae del cielo», añadió.

No estaba únicamente hablando hacia el exterior, sino que buscaba también que ese mensaje calara dentro. No hace falta tampoco. El Barça de Messi se está haciendo mayor. Su columna vertebral (Leo, Piqué, Suárez, Busquets, Rakitic o Jordi Alba) supera ya los 30 años. El tiempo empieza a echárseles encima, dolidos como andan también porque han desperdiciado tres grandes oportunidades de seguir dejando huella en Europa. La última, en Roma. «Fue duro, pero queremos que no vuelva a pasar. Es una ventaja pequeña. Es un resultado muy peligroso», afirmó el guardameta Ter Stegen. «En la Champions puede pasar cualquier cosa, ya lo vimos claramente en los tres últimos años». Avisados están.

El 0-1 no es definitivo. No tenemos por qué especular. La idea es ganar», advirtió Valverde, quien recurrió a un exhaustivo informe sobre el United para alertar de los peligros con los que topará el Barça esta noche. «De cuatro partidos fuera de casa han ganado tres. Y dos en los últimos minutos, ante la Juventus y el París SG», precisó. Se lo sabía de memoria sin confiarse tampoco porque el United ha perdido cuatro de sus seis últimos encuentros, incluida claro, la visita azulgrana a Old Trafford. «El United tiene algo especial en los últimos minutos», confesó el técnico. «De hecho, ganó una Champions así aquí. Tienen ese espíritu», reiteró antes de insistir en el mismo discurso. «Debemos ir a buscar nuestro destino».

Antes de que arranque el partido, las estadísticas ensalzan la fortaleza del Barça en su estadio. Lleva ya 30 partidos europeos consecutivos sin ceder ni una sola derrota. Aunque hay también números que ilustran la sequía de Leo Messi en estas citas decisivas de la Champions League. Encadena el astro argentino 12 partidos de cuartos sin meter ni un solo gol.

«MESSI ESTÁ BIEN»

Ahora, Messi está «perfectamente recuperado», consciente de que se halla ante una oportunidad única de cerrar otra temporada histórica en el equipo azulgrana. Tiene la posibilidad, al igual que el Barcelona, de hacer el triplete de tripletes tras el 2009, con Pep Guardiola, y el 2015, con Luis Enrique.

El once inicial está casi hecho, pendiente, eso sí, de si Valverde coloca a Semedo o Sergi Roberto en el flanco derecho de la zaga y a la espera de saber si Dembélé aún no está para ser titular en el ataque del Barcelona. «Es una posibilidad que Ousmane pueda empezar. O no. Serán importantes los que empiecen, pero también serán importantes los que acaben», precisó el entrenador, elogiando la capacidad que posee el centrocampista chileno Arturo Vidal para influir en los partidos saliendo desde el banquillo. «Somos más altos y más fuertes», sentenció Solskjaer, técnico del Manchester United, quien busca alargar la noche para agotar al Barça.