Tras el regreso de los jugadores agraciados con un permiso navideño especial (Leo Messi, Luis Suárez, Arturo Vidal, Malcom y Munir), la primera sesión de entrenamiento del FC Barcelona en el 2019 transcurrió en horario vespertino y bajo el signo de la apertura del mercado invernal de fichajes. Un dolor de cabeza añadido para Ernesto Valverde, que, como tantos otros entrenadores, siente una antipatía especial por esos periodos de interinidad en los que la confección de la plantilla se conjuga en modo condicional y toda planificación deportiva queda a expensas de lo que suceda en los despachos.

Una vez atada la incorporación del central colombiano Jeison Murillo a finales de diciembre, el técnico azulgrana apuntó en un reciente encuentro con la prensa que el club no pensaba dar por acabada su actividad en el mercado antes de que este abriera sus puertas y advirtió de que sería necesario moverse en el caso de que algunos jugadores del primer equipo decidieran escuchar ofertas de otros equipos y cambiar de aires.

No parece un riesgo que ronde ahora mismo a las principales figuras del cuadro barcelonista, pero sí a algunos futbolistas que, descontentos con las escasas oportunidades que les está brindando Valverde esta temporada, prefieren no esperar al verano y buscan ya minutos lejos del Camp Nou. El caso más claro es el de Denis Suárez. El gallego, que está empezando a dejar de ser una joven promesa (el próximo domingo cumple 25 años), apenas ha participado en seis de los 26 partidos oficiales del curso y solo ha sido titular en los dos encuentros de Copa del Rey frente a la Cultural Leonesa, por lo que ha pedido al club que escuche las posibles ofertas que lleguen por él. El Chelsea, el Arsenal y el Milan son algunos de los equipos que se han interesado por Denis, cuyo contrato vence en junio del 2020 y cuya cláusula de rescisión es de 50 millones de euros.

MUNIR, ADIÓS EN JUNIO

La situación de Munir El Haddadi es algo diferente. El hispano-marroquí tampoco cuenta para el técnico (esta temporada ha jugado 392 minutos y ha visto cómo, en ausencia de Luis Suárez, Valverde prefería cambiar el dibujo antes que alinearlo a él), así que, como Denis, tiene claro que quiere salir del Barça. Pero su contrato expira el próximo 30 de junio, por lo que ya puede negociar libremente su incorporación a otro equipo en verano y asegurarse así una prima de fichaje, un privilegio al que no parece dispuesto a renunciar a cambio de adelantar unos meses su traspaso (de hecho, con ese fin se ha negado a atender las propuestas de renovación que le ha hecho el club).

También el belga Thomas Vermaelen acaba contrato este año, aunque en este caso tanto su edad (33 años) como, sobre todo, la escasa fiabilidad de sus músculos y articulaciones aconsejan al Barça no prolongar la situación y dejarlo marchar en junio con la carta de libertad.

Así las cosas, si Denis es finalmente el único jugador que deja el equipo en invierno, Valverde no se plantea reclamar nuevas incorporaciones en esta ventana de mercado, más allá de dar de alta al joven senegalés del filial Moussa Wague para que pueda reforzar la posición de lateral derecho en ocasiones puntuales. La única excepción sería la llegada anticipada del centrocampista francés Adrien Rabiot: el PSG ya sabe que lo va a perder, y solo lograría ingresar algún dinero por él si se aviene a traspasarlo en enero. El FC Barcelona ha dejado claro que el futbolista le interesa y Rabiot quiere vestir de azulgrana. Ahora o en verano. Solo un giro inesperado de los acontecimientos puede evitar que ambos se encuentren. Pero en el fútbol abundan los giros inesperados de los acontecimientos. Continuará.